05 abril 2020

Domingo de Ramos - Por qué convenía la Pasión de Jesús

En la Misa de hoy se proclama el evangelio de la Pasión. Un evangelio largo, donde podemos encontrar prácticamente toda la Semana Santa resumida. 

Hoy nuestro párroco, en la Eucaristía, nos hablaba de Santo Tomás de Aquino y su reflexión de por qué era necesario que Cristo muriera en la cruz, haciendo realidad la palabra profética de Caifás, el Sumo Sacerdote del año en que condenaron a Jesús: 

"Vosotros no entendéis ni palabra: no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera" (Juan 11, 49-50)

Santo Tomás da 5 razones por las que convenía que muriera Jesús en la cruz. Por qué no es casual, por qué el Padre, en su infinita providencia, entendía que era necesaria:

1. Porque la Pasión de Cristo es una lección de Amor: Dios no solo se nos revela como Amor sino que nos enseña también lo que significa amar. Nos habla de la gratuidad del Amor de Dios por nosotros: "mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros" (Romanos 5, 8). Y nosotros, aun con nuestra debilidad, estamos llamados a vivir en esta dimensión del Amor gratuito de Dios, sin estar midiendo, sin estar calculando la correspondencia que podamos o no recibir, sin esperar incluso correspondencia...

2. Porque la Pasión de Cristo es una lección de todas las virtudes: "Cristo padeció por nosotros dejándonos ejemplo para seguir sus huellas" (1 Pedro 2, 21). Y de todas las virtudes que podemos aprender de la Pasión de Cristo, quizá tres sean muy importantes: la obediencia, la humildad y la constancia se ven muy bien reflejadas en su Pasión, porque Cristo se hizo obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (cfr. Filipenses 2, 8)

3. Porque nos enseña a tener aversión al pecado: "considerad, hermanos, cómo habéis sido comprados al precio de la Sangre de Cristo" (1 Corintios 6, 20). Eso es lo que le hemos costado a Dios: el precio de la Sangre de Cristo. Por nuestros pecados: por mi pecado personal, social, estructural, por el pecado de ayer, de hoy y de siempre. Por el mal, el "misterio de iniquidad", que llama San Pablo (2 Tesalonicenses 2, 7)

No desaprovechemos, que no caiga en saco roto la Sangre de Cristo derramada por mí, por mis pecados. Que no caiga... Por eso es importante contemplar la Pasión de Cristo, porque la única forma de entender nuestro pecado es a la luz de Cristo crucificado. Porque nosotros tenemos una tendencia muy fácil, fruto de nuestra cultura, de racionalizar nuestro pecado. E incluso llegando a decir: bueno, no es para tanto. Porque lo racionalizamos. Es necesario contemplar mi pecado a la luz del Misterio de la Pasión y entonces pedir al Señor esa Gracia de aprender de Cristo la lección que nos enseña de detestar el pecado.

4. Para que crezca la dignidad del hombre, la que había perdido por el pecado original. Es decir, recuperar nuestra dignidad de hijos de Dios y coherederos con Cristo: "Gracias sean dadas a Dios porque nos ha hecho partícipes de la victoria de Cristo" (1 Corintios 15). Nos hace partícipes en su victoria, pero también nos hace partícipes en su batalla.

5. Para la humillación del diablo: la obediencia de Cristo es la humillación del diablo y su victoria sobre el pecado y la muerte.

Ojalá nosotros hoy, esta Semana Santa y siempre, podamos tener en cuenta estas consideraciones a la hora de contemplar la Pasión de Cristo.Que no sea una Semana Santa más, que no sea una más...

Canción: Preciosa Sangre
Autor: Padre Miguel Ángel Méndez Longoria




2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho. Es profundo, como todo lo de santo Tomás, y muy bien fundamentado en la Palabra. Gracias, Elena.

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