26 marzo 2020

V Domingo de Cuaresma - Amigos hasta la eternidad

"Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro."

Es profundamente hermosa esta frase, ¿verdad? Jesús amaba a sus amigos... porque Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre, tenía amigos... 

De niños, en catequesis, se nos invita a hacernos amigos de Jesús y también se nos dice que es nuestro mejor amigo. No sé vosotros, pero hasta ahora que soy adulta y con un camino de fe recorrido, no comienzo sino a intuir qué significa que Jesús sea mi mejor amigo. Y sí, quiero dejarle ser (porque a veces no dejamos que se acerque demasiado) mi mejor amigo. Mi Amado Amigo, como sé que yo sí que soy para Él su amada amiga, aunque no siempre corresponda bien a tan preciado don.

Y ahora, desde esta profunda confianza, deposito en su Corazón esta súplica: "Señor, tu amigo está enfermo."

Sí, Señor, hay tantos y tantos enfermos... Y no solo hablo de la enfermedad física que asola continuamente nuestra frágil naturaleza humana. No, es mucho más: es esa profunda enfermedad espiritual que aleja a tus amados amigos de tu Corazón y de esa vida en Ti que es la única que nos puede dar la Salud verdadera. Incluso hay veces que, estando en tu casa, en la Iglesia, estamos contagiados creyéndonos sanos.

Pero lo más maravilloso es que la historia no acaba aquí. Tu historia, la mía, la de nuestros amigos... no acaba en la enfermedad y la muerte. Nuestro Dios tiene una Palabra sobre esto también:

"Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la Gloria de Dios, 
para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella"

En el horizonte ya se vislumbra un rayo de esperanza. ¿Lo ves?

Canción: Alma de amigo
Autor: Kiki Troia, interpretada junto con Ziza Fernandes
https://youtu.be/ReGOQQrZ_pE



Las Escrituras tienen que ver con nuestra vida

Os comparto la reflexión basada en el evangelio de hoy de un sacerdote amigo, que prefiere permanecer en el anonimato:

"Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida!"

Con estas palabras se dirige hoy Jesús a los judíos que estaban escuchándole y a todos nosotros.
Soy cura, he terminado la carrera de teología y tengo un máster en el pontificio Instituto Juan Pablo II. Muchos de vosotros tendréis más o menos conocimiento de la teología, de las Sagradas Escrituras. Aunque sea lo básico de la catequesis recibida para la primera comunión.
Pero todo el conocimiento que uno tiene hay momentos en los que no basta para dar una respuesta a las circunstancias que se viven.
Y eso sucede ahora precisamente. Hay muchas personas a mi alrededor que, con menos “letras” que yo me están dando constantes lecciones de vida.
Porque lo que construye la vida, lo que nos cambia la mirada y nos hace ver más allá, con un horizonte más amplio, no es lo mucho que uno estudia (que no quiere decir que no ayude y no sea una herramienta) sino la experiencia.

Decía el papa Benedicto XVI: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva."

Es Cristo quien que tiene la respuesta, quien tiene el consuelo, quien tiene la vida. No es lo mucho que se sepa de Él, lo erudito que uno sea en temas teológicos, sino tener una experiencia personal de Él, de que te quiere, que no te abandona.
Lo demás, sin esta experiencia, sin el Dios real que sale a tu encuentro en cada acontecimiento, es papel mojado que es incapaz de responder a los verdaderos problemas que nos asaltan; especialmente en estos tiempos.

Tal vez muchos de vosotros digáis: ¿y cómo es esa experiencia de Dios? ¿Viene una luz cegadora y una voz desde el cielo? ¿Veo a Jesús en el salón de mi casa? ¿Siento mariposas en el estómago?
Hay muchos modos por los que uno puede experimentar el amor de Dios. A veces del modo tan sencillo que puede ser en la paz de un rato de oración en tu casa, leer un texto de la Escritura que te ayuda a vivir la situación en la que estás, la fortaleza que experimentas en momentos difíciles sabiendo que en otro momento ya habrías tirado la toalla, el texto que te envía Fulanito y que te ayuda y te da paz, la paciencia que no creerías que tendrías con los niños en estos días, la conversación con una persona que te ayuda...
Todo eso pueden ser caricias, toques de Dios, que indican que está ahora a tu lado, que está vivo y que te quiere.

Y ese Dios concreto, no abstracto, es el que tiene la respuesta a todo esto. No las teorías sacadas de biblioteca, pues estas teorías no sirven para nada desvinculadas de Él.

Ánimo y que podamos experimentar que las Escrituras tienen que ver con nuestra vida porque Cristo está a nuestro lado y nos las ilumina. Así, en estos días, podemos decir con San Pablo: todo lo puedo en Aquel que me conforta (Fp 4,13)

Madre María, ayúdanos a poder estar atentos y experimentar que Jesús está vivo y está a nuestro lado para que, de la experiencia de su Amor podamos sacar la fortaleza para cada acontecimiento. Amén.


21 marzo 2020

IV Domingo de Cuaresma - ¿Eres de verdad o solo "respiras"?

Hace unos días estaba de paseo con una amiga y vimos en una tienda de animales la imagen que acompaña esta entrada. 

Fijaos... una tienda de animales donde venden... mascotas de mentira que respiran...

La verdad es que me pareció algo tremendo. Me eché a reír con mi amiga y comentamos lo absurdo de nuestra sociedad actual. Seguimos camino pero, a los pocos segundos, me di la vuelta e hice esta foto. Y le comenté a mi amiga: se me ha ocurrido una entrada para el blog. Y así fue.

Estas mascotas de mentira (que, encima, están tumbadas, sin hacer nada) me hablaron de cuántas veces nos quedamos en las apariencias en nuestra vida. Sí, estas mascotas parecen animales de verdad (no veáis cuánto...) y el cartel anuncia que respiran. Es decir, que aparentan ser de verdad animales vivos. Pero no lo son. No lo son.

Cuántas veces nosotros, por fuera, parece que vivimos una vida cristiana coherente (al menos un poco, jeje), pero en el fondo llevamos puesta una máscara que es la que mostramos a los demás. Parece que "respiramos" a Cristo, que le servimos, dejándonos el pellejo incluso en multitud de actividades de Iglesia, pero en el fondo hemos pactado con la mediocridad y el pecado. 

Decimos ser verdaderos, pero somos de mentira y vivimos en la mentira. 

Parece que somos verdaderos, pero en el fondo solo "respiramos" por fuera y por dentro somos de mentira. Sepulcros blanqueados lo llamaba Cristo...

En el fondo... estamos ciegos...

Pero siempre, siempre, podemos recomenzar. Podemos iniciar un proceso de conversión, sanación y salvación de nuestra vida. Solo hay que, de verdad, tomar la decisión de romper del todo con ese pecado (y con las personas que nos atan a él), volver todo nuestro ser a Cristo (eso es la conversión) y comenzar a caminar. Puede que despacio, puede que los primeros pasitos sean pequeños, pero lo importante es tomar la decisión de convertirse (de verdad, no de palabrita)... y caminar. Caminar... 

En el camino encontraremos hermanos, regalitos del Señor de los que agarrarnos de la mano y sostenernos en los momentos de debilidad, que nos quieren, que se duelen con nosotros y por nosotros. Porque Jesús nunca, nunca nos abandona. Y siempre, siempre, sale una y otra vez a nuestro encuentro. Como con el ciego del evangelio de este Domingo:

"Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: ¿Crees tú en el Hijo del hombre?
Él contestó: ¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
Jesús le dijo: "Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es."
Él dijo: "Creo, Señor". Y se postró ante él." (cfr. Juan 9, 1.6-9.13-17.34-38)

Jesús, quiero ver. Jesús, que vea. Creo, Señor, creo. Y me postro ante Ti. Conviérteme, Señor, conviérteme a Ti... ¿Y si hoy te digo que sí... y te dejo hacer en mí...? Seguro que escucharé al Cielo que exulta de alegría conmigo y por mí... (cfr. Lucas 15, 7)

Canción: Y si hoy
Autor: Paola Pablo
https://youtu.be/t93Yuo1hwm4



14 marzo 2020

III Domingo de Cuaresma - La Samaritana: ¿A qué sabe el Amor de Dios?

"El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna" (cfr. Juan 4, 5-42)

Creo que, de un modo u otro, todos sabemos a qué "sabe" el mundo: sabe a una alegría que no sacia el gozo que anhela nuestro corazón. Sabe a un conocimiento que no sacia la sed de infinito que tenemos. Sabe a un amor que no puede colmar nuestro corazón, por más que nos aferremos a él. Sabe...

Estoy segura de que puedes añadir muchos "sabe a..." a la lista. Muchos. Pero, ¿sabes a qué sabe el Amor de Dios? 
 
¿Lo has experimentado? ¿Lo has probado?
 
Si tu respuesta es "no"... escucha la invitación que hoy nos hace nuestro Dios que se abaja a mendigar que su criatura (tú y yo) se deje saciar por su Amor... y que mendiga Él también ser saciado por nuestro amor...

Si tu respuesta es "sí"... ojalá brote con fuerza, empapando a los cercanos, "calándoles hasta los huesos" del Amor de Dios que reposa en lo más profundo... y que salta hasta la vida eterna... 

Para mí el Amor de Dios sabe a infinita Misericordia, infinita paciencia, ternura, suavidad, dulzura, mirada silenciosa... a tantas y tantas cosas...
 
Y a ti, ¿a qué te sabe el Amor de Dios?

Canción: Tengo sed de Ti
Autora: Hmna. Glenda



09 marzo 2020

Siempre se me ocurre la misma idea: verte

Una vez escuché a una persona decirle a otra a la que quería: "por favor, no me mates anticipadamente". Esa misma persona que lo decía, unos pocos años después, no dudó en dejar de hablar a aquella persona a la que se dirigía. La había matado en su corazón, lo que pidió que no le hicieran antes.

Puede parecernos muy duro. Y realmente lo es. Es el misterio del corazón del hombre, capaz de grandes cosas por amor... y capaz de grandes cosas por dejarse llevar por el pecado...

Hace no mucho vi un paquetito de hojas para tomar notas y que tenía distintos mensajes serigrafiados. Lo ojeé por encima y me encantaron todos. Pero uno me llamó la atención especialmente. En esa hoja estaba escrito: "Siempre se me ocurre la misma idea: verte". Inmediatamente me trajo a la memoria la historia que os he contado al principio. Cogí esa hoja con tristeza, la guardé en mi cuaderno de oración y ahí quedó hasta casi un mes después. Las historias tristes siempre me producen tristeza, pero creo que se puede aprender mucho de ellas...

Un día, en la capilla de mi parroquia, cogí mi cuaderno y, al buscar por dónde me había quedado el día anterior, apareció la hoja del bloc de notas. La volví a leer y me trajo los mismos recuerdos y sentimientos. Así que levanté la mirada para entregar esa tristeza al Señor expuesto. 

Le miré, me miró... y entendí en lo profundo de mi corazón que me sonreía y me decía: "Elena, siempre se me ocurre la misma idea: verte. Gracias porque has venido a estar conmigo. Yo siempre quiero verte, yo siempre quiero estar contigo". 

En Cuaresma, nuestra Madre Iglesia nos propone un tiempo más largo de oración, de estar con Él. ¿Y por qué nos lo propone la Iglesia? Porque el Corazón del Señor anhela encontrarse con nosotros. Lo desea profundamente. Él siempre tiene la misma idea: vernos. Nos ama con locura, ¿por qué no escuchar su llamada, acudir a su encuentro, entregarle lo que estamos viviendo, lo que sentimos, lo que anhelamos... o sencillamente quedarnos en silencio...? A Él sí que le importa mucho. Mucho no, a Él sí que le importa todo... Y cuando vayamos, Jesús nos devolverá una preciosa sonrisa de alegría por vernos.

Y escucharemos en lo profundo de nuestro corazón: "Siempre se me ocurre la misma idea: verte". No hay nada como cruzar la mirada con el Señor...

Canción: Hermoso es tu Amor
Autor: Ester Hernández
Intérprete: Kairy Márquez



07 marzo 2020

II Domingo de Cuaresma - La Transfiguración: "Señor, Tú que eres..."

“Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. ESCUCHADLO.»" (del evangelio de la Transfiguración según San Mateo, cfr. Mt 17, 1-9)

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SEÑOR, Tú que eres el Camino, enséñame a dejarme guiar por Ti.
Tú que eres la Verdad, enséñame a escuchar y a acogerla en mi corazón.
Tú que eres la Vida, enséñame a vivir en Ti y para Ti.
Tú que eres el Amor, enséñame a dejarme amar y a amar como Tú nos amas.
Tú que eres el Perdón, enséñame a dejarme perdonar, a perdonarme a mí misma y a los demás.
Tú que eres la Salud de nuestras almas, enséñame a abrir mis heridas y dejar que Tú las sanes.
Tú que eres Todo Consuelo, enséñame a dejarme abrazar por Ti.
Tú que eres el Dador de Todos los Bienes, enséñame a dejarme hacer y modelar por Ti.
Tú que eres el Hacedor, enséñame a ser dócil molde en tus manos, como María.
Tú que eres la Bondad, enséñame a ser transparencia de Ti.
Tú que eres Humildad, enséñame a dejarme hacer y ser pequeña.
Tú que eres Simplicidad, enséñame a ser simple.
Tú que eres Ternura, enséñame a ser mirada, sonrisas, abrazo, caricia tierna...
Tú que eres el Crucificado, enséñame a ser llaga y costado abierto para el mundo.
Tú que eres el TODO SANTO..., enséñame a ser SANTA. Amén+
 Elena Fernández Andrés

Canción: Qué bien se está aquí
Composición: Athenas



05 marzo 2020

Sed de amor...

¿Os ha pasado alguna vez que echáis de menos a alguien que hasta os duele el corazón? A mí me ha pasado, hasta saltarse las lágrimas sin poder evitarlo.

Y este dolor me ha llevado a pensar en el dolor del Corazón de Dios. Porque si así me duele a mí, en un corazón humano, con relaciones humanas, ¿cuánto no le dolerá a su Corazón, tan sensible, tan dulce, que lo único que contiene es Amor?

Creo que el Señor a veces nos echa profundamente de menos: cuando pecamos, porque nos alejamos de Él. Cuando nos distraemos con las cosas de este mundo y le dejamos a un lado (aunque sea sin querer), porque colocamos a ídolos en el trono que sólo le corresponde a Él. Y en tantas otras situaciones que seguro pensáis...

La Madre Teresa de Calcuta escribió una preciosa oración inspirada por el Corazón del Señor. Os comparto un fragmento (aquí la podéis encontrar completa: https://es.catholic.net/op/articulos/48825/cat/741/tengo-sed-de-ti.html#modal):

"TENGO SED DE TI. Sí, esa es la única manera en que apenas puedo empezar a describir mi Amor. TENGO SED DE TI. Tengo sed de amarte y de que tú me ames. Tan precioso eres para mí que TENGO SED DE TI. Ven a Mí y llenaré tu corazón y sanaré tus heridas. Te haré una nueva creación y te daré la paz aún en tus pruebas. TENGO SED DE TI. Nunca debes dudar de Mi Misericordia, de mi deseo de perdonarte, de Mi anhelo por bendecirte y vivir Mi vida en ti, y de que te acepto sin importar lo que hayas hecho. TENGO SED DE TI. Si te sientes de poco valor a los ojos del mundo, no importa. No hay nadie que me interese más en todo el mundo que tú. TENGO SED DE TI. Ábrete a Mí, ven a Mí, ten sed de Mí, dame tu vida. Yo te probaré qué tan valioso eres para Mi Corazón."

Jesús tiene sed de nuestro amor... Qué locura... qué inmensa locura... Dios mendigando nuestro amor...

"Por eso yo voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón." (Oseas 2, 16)

En esta Cuaresma Jesús te lleva al desierto. Entra con Él. Déjate seducir por su Amor... Te echa de menos, déjate conquistar por la ternura de su Corazón...

Canción: Tu ternura
Autor: Comunidade Católica Shalom