¿Qué significa la señal de la cruz sobre frente, labios y corazón
que se hace en la Eucaristía antes del Evangelio?
Los cristianos hacemos con
frecuencia la señal de la cruz sobre nuestras personas o nos la hacen
otros ministros, como en el caso de los sacramentos o en las bendiciones. La señal de la cruz es
una confesión de nuestra fe: Dios
nos ha salvado en la cruz de Cristo. Es un signo de pertenencia, de
posesión. Al hacer sobre nuestra persona esta señal es como si dijéramos: estoy
bautizado, pertenezco a Cristo, él es mi
Salvador, la cruz de Cristo es el origen y la razón de ser de mi existencia
cristiana.
Durante las Eucaristías
realizamos la señal de la cruz sobre nosotros en tres momentos:
1. Al comienzo de la celebración: nos santiguamos, es decir, hacemos una gran
cruz desde la frente al pecho y desde el hombro izquierdo al derecho cuando el celebrante
dice: “En el nombre del Padre (tocar
la frente), del Hijo (tocar el pecho)
y del Espíritu (tocar el hombro
izquierdo) Santo (tocar el hombro
derecho)”.
2. Antes de la lectura del Evangelio: nos signamos, realizamos una triple cruz
pequeña en la frente, en la boca y el pecho, al oír las palabras: “Lectura del Santo Evangelio...”. El
sacerdote o diácono que va a proclamar la Palabra también hace la señal de la
cruz sobre el Evangelio y después se signa él.
3. Al finalizar la celebración, cuando el
celebrante nos da la bendición, inclinamos suavemente la cabeza y nos santiguamos
de nuevo, como al comienzo (también hay que inclinarse para recibir la
bendición cuando el obispo la da con el evangeliario,
libro que contiene únicamente las lecturas de los 4 Evangelios, en los días
solemnes tras su lectura por un diácono o sacerdote concelebrante)
El signarnos antes de la escucha
del Evangelio es una fuerte llamada que la Iglesia nos quiere hacer para
subrayar la gran importancia que se le debe dar. “Somos llamados a ser un
“Evangelio ilustrado”, “el quinto Evangelio”, no escrito con tinta, sino con
nuestra propia vida. Acojamos con la mente, anunciemos con los labios,
conservemos en el corazón, el tesoro de la Palabra y, a lo largo de este
camino, confiémonos al Señor para ser reflejo de la verdadera luz en medio de
las tinieblas del mundo de hoy” (Padre
Antonio, monje en el Monasterio de San Benito de Monte Subiaco - Italia)
Es un acto hermoso con profundas
raíces bíblicas. Por ejemplo, Dios explica al pueblo de Israel que recite una
frase particular (“Escucha, Israel…”)
de forma diaria, pero también que pongan esa frase “como una marca sobre tu frente” (Deuteronomio 6, 4ss). En segundo
lugar, la oración evoca a cuando el profeta Isaías recibió una visión en la que
un ángel purificó sus labios con carbón ardiendo (cfr. Isaías 6). Por último,
la oración hace referencia a las palabras de la Carta a los hebreos, donde
el autor escribe: “La Palabra de Dios es
viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra
hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4,12)
Por tanto, cuando hacemos este
gesto en Misa, es verdaderamente una oración profunda que nos abre a las
palabras de Jesucristo. Cada vez que escuchamos el Evangelio, Jesús llama a las
puertas de nuestro corazón, esperando a poder entrar.
Solamente tenemos que abrirle la
puerta y permitir que su Palabra, llena de Amor por nosotros, transforme nuestra
mente para tener los pensamientos de
Cristo y mirar a los demás con su misma mirada;
que llene nuestros labios de Espíritu Santo, para que
siempre digamos palabras llenas de amor, ternura y consuelo, nunca de juicio y
maldad, y para que proclamemos al mundo entero las maravillas de Dios;
y que su mismo Corazón se haga carne en el nuestro,
para que tengamos sus mismos sentimientos, que amemos como Él nos ama y ama a
todos, que seamos otros Jesús en este mundo y construyamos, junto con Él, su
Reino de Amor.
Canción: Tu Palabra es mi delicia
Autor: Jésed (Letra: Andrés Degollado. Música: Hugo Oviedo)
https://youtu.be/Hx76XBS9hWg
Canción: Tu Palabra es mi delicia
Autor: Jésed (Letra: Andrés Degollado. Música: Hugo Oviedo)
https://youtu.be/Hx76XBS9hWg