13 octubre 2020

"Peazo" mes de octubre

Sí, "peazo" mes, aunque la verdad es que podríamos decir lo mismo de cualquier mes del año sabiendo a qué me refiero: los santos.

Sí, es increíble lo "plagadito" que está este mes de octubre. ¡Rebosa santidad por los cuatro costados! Para empezar, es un mes dedicado al rosario, oración que ama y nos ha recomendado "la Santa" por excelencia: nuestra Madre, la Virgen María. Ya eso dice mucho de este mes...

Casi todos los días celebramos algún santo de esos "grandes", de los más conocidos, y que han movido a millones de corazones a ser más de Dios. 

Y, casi empezando el mes, el Señor nos ha regalado la beatificación de un chaval que está llamado a cosas grandes desde el Cielo y que ya ha comenzado a remover mucho: Carlo Acutis. Él, que no conseguía entender por qué los estadios estaban llenos de gente y las iglesias vacías, repetía: "tienen que ver, tienen que entender", nos cuenta su madre. Gracias, Carlo, porque muchos verán y entenderán gracias a ti...

Me encanta leer vidas de santos. Es un impulso para crecer, para mirar siempre hacia arriba. Para tirar cada vez más alto, más alto...

Estos días no puedo evitar pensar que si un chico de 15 años ya es beato, yo estoy perdiendo el tiempo. Se me escapa la vida y aquí ando, con mis mediocridades. 

El Domingo pasado invitaba a los seminaristas de mi parroquia a que cada día que les viera y les preguntara "¿qué tal?" me respondieran: "creciendo en santidad". Porque solo eso vale la pena al final. 

Para vivirlo tenemos la abundante Gracia derramada en los sacramentos; el inmenso regalo del encuentro con Dios en la oración, donde podemos dialogar con Él corazón a Corazón; tenemos la Palabra de Dios, y los textos del Magisterio, y la Tradición, tantas cosas...

Y tenemos muchos testigos que nos ha dejado nuestra madre Iglesia para seguir sus pasos. Cada día más de uno: los santos. Podemos leer sus testimonios de vida, encomendarnos a ellos, dejar que sean los "hermanos mayores" que nos amen y guíen como ellos anhelan, crecer en la esperanza de que si el Señor pudo con su "materia prima" hacer grandes cosas también lo logrará con nosotros si le dejamos obrar... 

Santa Teresita del Niño Jesús (que también celebramos este mes) decía: "No me arrepiento de haberme entregado al Amor". Si nos entregamos a Dios por entero, Él se entregará a nosotros. Sin reservas. Y nos conducirá por caminos de santidad.

Con nuestras virtudes y defectos, no hacen falta grandes heroicidades. Vivir en un proceso de conversión continua, donde demos cada día un poquito más de lo mejor de nosotros mismos en Cristo. Luchar, como los santos, por poner a Dios en el primer lugar en lo sencillo y cotidiano, con un amor apasionado por Él. Y que al final en nuestro corazón encuentren eco las palabras de Santa Teresa de Jesús (otra santa de octubre) y de tantos santos: solo Dios, "solo Dios basta"...

"La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos" (Beato Carlo Acutis)

Lo tenemos todo. ¿A qué estamos esperando? La Gracia está dada. Podemos ser santos, lo importante es quererlo y dejar a Dios ser Dios. Caminemos.

 

Canción: Tuyo soy

Intérprete: Estación Cero, junto con Ana Bolivar.

https://youtu.be/pCT_49mCgAo