03 diciembre 2018

Invitación de Adviento - 1ª semana

Y de repente... estamos en diciembre y hemos comenzado el Adviento. No me he dado ni cuenta de cómo hemos llegado ya a esta fecha, la vida vuela... Y, sin querer, al principio me vino el pensamiento: "un año más, ¿lo aprovecharé esta vez?". Pero no es "un año más". Es "el" año, "el" Adviento. Un Adviento muy especial, porque Cristo quiere cambiar nuestro corazón. El tuyo y el mío.

Y viene acompañado por una invitación también muy especial. ¿A qué? A acudir al portal de Belén, con ese corazón cambiado. Porque necesitamos encontrar nuestro lugar en medio de la historia de la Salvación de Dios que se hace Hombre y es reclinado en un humilde pesebre. Soy parte también de esta historia de Amor de Dios con la humanidad. ¿Qué estoy dispuesto a ofrecer a Dios en este Adviento? ¿Tal vez mi corazón, para que lata el suyo en medio de los hombres?

Hay muchas llamadas, muchos medios por los cuales Él nos invita a Belén.

¿Por quién o a través de qué soy llamado e invitado a ir a Belén? Por la estrella de oriente, por los ángeles, por los oráculos y profecías, por los pastores, por San José... 

¿Cuál es mi lugar en el portal? Un simple espectador, un invitado especial, alguien que invita a otros... soy un pastor, una oveja, las pajas que acogen a Jesús, la Virgen que le observa asombrada guardando todo en el silencio de su corazón...

Dios me invita a descubrir su llamada. A dejarme sorprender este año de un modo especial y a encontrar mi lugar en el portal. Y ante esta propuesta suya de abrirle el corazón para que lo transforme, sólo cabe una respuesta: "fiat". "Hágase".

Es esta una palabra muy especial. Se ha pronunciado cuatro veces a lo largo de la historia de la humanidad. Cuatro "fiat" con unas consecuencias impresionantes:

1. El fiat de Dios Padre, por medio del cual surgió todo lo creado. También lo pronunció sobre mi vida y vine a este mundo. No soy fruto del azar ni estoy lanzado al vacío del espacio: soy querido, soy anhelado, soy llamado a la vida por el "hágase" de Dios.

2. El fiat de la Virgen María en el hogar de Nazaret al ángel Gabriel, que llevó sus palabras en respuesta a la invitación amorosa de Dios. Y la consecuencia fue la Encarnación, el Hijo de Dios hecho Hombre en medio de nosotros por nuestra Salvación.

3. El fiat del Hijo de Dios, en Getsemaní, al comienzo de su Pasión. Un "hágase" que desencadenó la Redención de toda la humanidad. Y la tuya y la mía.

4. Y el 4º fiat... el que el Señor espera en mi vida. Para renovar todo mi existir, para cambiar mi corazón. Y con unas consecuencias también impresionantes, pues por medio de mi "hágase" Dios se sigue haciendo presente en medio del mundo. Y sin mí, sin mi , ya no es lo mismo.

Dios me invita a dejarme hacer estas cuatro semanas para acudir al portal con un corazón nuevo. Y sé, en lo profundo, que me lo juego todo. Aunque aún no sepa qué viene después, aunque puede que no entienda nada, aunque aún no sepa cuál es mi lugar en el portal, ¿le diré, por fin, fiat?


¿Le dirás fiat?

Canción: Así sea
Autor: Pablo Martínez
https://youtu.be/-fQ2ehwPb0g