Cuaresma. Tiempo de
escucha. Tiempo de verter toda nuestra vida hacia Aquel que nos dice: “Este es
mi Hijo amado, escuchadlo”.
Y Tú nos hablas de ser
discípulos que se olvidan de sí mismos, cargan con su cruz de cada día y te
siguen. Nos hablas de perder nuestra vida para salvarla. Nos hablas de que no
has venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, a los enfermos, a los más
necesitados de tu Misericordia, y entre ellos estamos nosotros.
Nos aseguras que todo lo
que hagamos por los más humildes y sencillos te lo estamos haciendo a ti. Nos
enseñas a orar con humildad, pidiendo que venga tu Reino y perdonando a los que
nos han herido.
La Cuaresma es tiempo de
escucha. Pero tiempo de escucha activa, que se vuelca en acción misericordiosa,
en acción que se lanza a socorrer a los crucificados de este mundo y levantarlos
a la vida digna y bella a la que están llamados. Porque nos invitas a vivir en
la perfección y santidad del Amor, como Tú mismo eres Santo.
Tiempo de escucha… y de
decir “amén” a tu plan, Señor.
Canción: A tus palabras
Autor: Jonatan Narvaez