30 octubre 2018

Dos corazones en el Corazón de Cristo (2ª parte)

"Me descubrió las maravillas de su Amor..."

Cuando San Claudio y la hermana Margarita María se encuentran por primera vez, ella es una hermana joven. Tiene 28 años y hace apenas cuatro que ha ingresado en el convento. Dos años antes, el 6 de noviembre de 1672, ha hecho sus votos. Está viviendo una aventura espiritual maravillosa pero desconcertante. Al decir maravillosa hay que entender también dura, porque es bien sabido que el Señor a sus mejores amigos los asocia a su cruz. Además, el Señor le está pidiendo una misión especial.

El 27 de diciembre de 1673, fiesta de San Juan Evangelista, Margarita estaba en adoración ante el Santísimo Sacramento. De pronto se sintió "totalmente investida" de esa divina presencia. Así lo cuenta ella en la autobiografía que la obligaron a escribir hacia el fin de su vida. Jesús le invitó a descansar su cabeza sobre su pecho como lo había hecho San Juan en la Última Cena.

"...Y allí me descubrió las maravillas de su Amor y los secretos inefables de su Sagrado Corazón: ´Mi divino Corazón está tan apasionado por los hombres, y en ti en particular, que no pudiendo reprimir en sí mismo las llamas de su ardiente caridad, necesita derramarlas por medio tuyo´".

El Señor le pide que le entregue su corazón y entonces...

"Lo puso en el suyo adorable, en el que me lo mostró como un pequeño átomo que se consumía en ese horno encendido" (Autobiografía, 54)

El Señor le pide que comulgue cuantas veces se lo permitan y sobre todo los primeros viernes de cada mes. Le habla familiarmente, le da encargos que le cuesta cumplir. Le dice:

"Busco para mi Corazón una víctima que quiera sacrificarse como hostia de inmolación para el cumplimiento de mis designios".

Ella acepta, pero tiene miedo de singularizarse y de vivir en la ilusión. Por eso le dice al Señor: "Señor, bien sabéis que no me pertenezco y que no haré más que lo que la superiora me ordene". Y recibe esta luminosa respuesta:

"Quiero que hagas solo lo que tus superiores te digan. Más aún, que no hagas nada de lo que yo te ordene sin su consentimiento, pues amo la obediencia, y sin ella es imposible complacerme". (Autobiografía, 47)

Pero ella lo pasaba mal, tanto más que se daba cuenta de que muchas hermanas se sentían molestias por sus "rarezas".

"Te he escogido..."

"El Señor me hizo ver que el ardiente deseo que tenía de ser amado por los hombres y de sacarlos del camino de la perdición por el que Satanás arrastra a tantos, le había llevado a manifestar su Corazón: `He aquí por qué te he escogido y te he colmado de favores cuidando de ti desde la cuna. Me he hecho tu maestro y tu director para prepararte a cumplir este gran proyecto y para confiarte este gran tesoro que te descubro´".

Pero sor Margarita no acaba de comprender cómo ella, pobre religiosa de clausura, joven y sin ningún talento especial, podrá llevar a cabo una misión tan importante. Por eso se resiste:

"-Pero, mi Señor, ¿a quién os dirigís? A una débil criatura y pobre pecadora, que con su indignidad sería capaz de impedir el cumplimiento de vuestro proyecto... ¡Hay tantas otras almas generosas!...
-Ah, qué pobre inocente eres, ¿no sabes que me sirvo de las personas más débiles para confundir a los fuertes? ¿Y que habitualmente es en los pequeños y pobres de espíritu en quienes hago brillar mi poder con más fuerza para que no se atribuyan nada a sí mismos?
-Dadme pues -le dije-, el medio de realizar lo que me mandáis".

Fue entonces cuando "me prometió que me enviaría su fiel servidor y amigo perfecto, y que me enseñaría a conocerlo y abandonarme a él sin resistencia".

Por fin ahí estaba "el fiel servidor y amigo perfecto" que el Señor le había prometido. Sin que se cruzara entre ellos la más mínima palabra se habían reconocido mutuamente.

[Nota: debajo os dejo el calendario de la visita de las reliquias de Santa Margarita a España.]

Canción: Aquí estoy
Autor: Ezel Féliz
Intérprete: Celinés y D´fe
https://youtu.be/HdRTjfF6Jq0


Capilla del convento de la Visitación de Paray-le-Monial (Francia)

Calendario de la visita de las reliquias de Santa Margarita María en España

28 octubre 2018

Dos corazones en el Corazón de Cristo (1ª parte)

Con motivo del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón (que celebraremos del 2 de diciembre de 2018 al 24 de noviembre de 2019), las reliquias de Santa Margarita María de Alacoque están visitando nuestro país desde el pasado 20 de octubre.

Este Centenario está siendo preparado con especial cariño por la Diócesis de Getafe (Madrid), sede del monumento al Corazón de Jesús donde se realizó esta consagración el 30 de mayo de 1919. Podéis seguir estos preparativos, encontrar materiales, conferencias, etc. en la página web: https://corazondecristo.org/

En las próximas entradas del blog voy a compartiros algunos retazos del libro "Amigos en el Señor" de José María Salaverri (Editorial Encuentro), donde se habla (entre otros) de dos corazones unidos por el Corazón de Cristo: Santa Margarita María y San Claudio de la Colombière. Es un libro que a mí me ha ayudado mucho y me ha apasionado aún más por la vida de los santos, libro que os recomiendo vivamente. Y creo que conocer un poco más a estos dos amigos en el Señor nos ayudará a amar aún más a este Dios nuestro que se nos muestra con toda su ternura y Misericordia a través de su Costado abierto de par en par por nosotros.

Y para aquellos que me leéis allende nuestras fronteras... quién sabe si estas líneas os apasionarán tanto por la vida de estos santos y por el Señor, que os lancéis a propagar la devoción al Corazón de Jesús en vuestros lugares e, incluso, a promover también la consagración de vuestros países a "este Corazón que tanto ha amado a los hombres"... (cfr. aparición a Santa Margarita en la octava del Corpus de 1675)

Comenzamos...

"Ese es el que yo te envío..."

Paray-le-Monial, 15 de febrero de 1675. En el convento de la Visitación de esta pequeña ciudad francesa, un jesuita joven y recién llegado está dando una charla a las religiosas de la comunidad. Claudio La Colombière tiene 34 años recién cumplidos, y el 2 de febrero - precisamente el día de su cumpleaños - acaba de hacer en Lyon su profesión solemne. Lo han enviado como superior de la pequeña comunidad de cinco jesuitas de ese pueblo casi desconocido.

A su llegada se había presentado a la Madre Marie-Françoise de Saumaise, superiora de la comunidad de las Salesas. Venía a saludar y ponerse a su disposición, ya que le habían nombrado confesor de la comunidad. Por eso está ahí ese 15 de febrero. Las religiosas lo escuchan con atención y curiosidad - "¿cómo será este nuevo padre?" -, pero muy pronto se sienten atraídas por su palabra serena, sus ideas claras, sus ejemplos vivos y oportunos. Entre las cincuenta monjas que lo escuchan hay una que parece beber sus palabras. Ha oído en lo más íntimo de su corazón una voz que le dice: "Ese es el que yo te envío". Por su parte, el padre Claudio, mientras habla delante de la reja, ha localizado espontáneamente entre su numeroso auditorio una hermana que sigue con particular atención sus palabras.

A la salida, cuando la Madre de Saumaise viene a darle las gracias, le pregunta: -"¿Quién es esa religiosa tan joven y tan modesta que estaba en tal sitio?". -"Es la hermana Margarita María de Alacoque". -"Pues sepa, Madre, que es un alma escogida". Y se marchó.

Tal fue el primer encuentro, misterioso encuentro, de la hermana Margarita María Alacoque y del padre Claudio la Colombière.

[Nota: abajo os dejo el calendario de la visita de las reliquias de Santa Margarita a España.]

Canción: Eres mi Dios
Autora: Paulina Rojas
Intérpretes: Paulina Rojas y Kiki Troia
https://youtu.be/30BWPjKqJsk


Convento de la Visitación en Paray-le-Monial (Francia)


Calendario de la visita de las reliquias de Santa Margarita María en España

22 octubre 2018

Rezar el rosario...rezado

Hola a todos, queridos lectores del blog. Comenzamos este nuevo curso como lo acabamos, de la mano de la Virgen María.

Como sabéis, el Papa nos ha invitado a rezar en este mes de octubre, mes del rosario, de forma especial todos los días esta preciosa y letánica oración mariana, incluyendo dos oraciones para la protección de la Iglesia en estos convulsos tiempos (podéis ver esta invitación aquí: Comunicado 29.09.2018)

El rosario es una oración querida por María, así lo ha dicho Ella en distintas apariciones aprobadas. Y si a la Madre le gusta... ¿cómo no complacer su deseo? Además, bien sabemos que cuando María nos pide algo es realmente lo mejor para nosotros. Como el "haced lo que Él os diga" (Juan 2,5): ¿acaso hay algo mejor que cumplir la voluntad de Dios, cuyo objeto es nuestra santificación y felicidad?

Pero tengo que reconocer que muchas veces me da pena el modo en el que lo rezamos. Cuántas veces olvidamos que nos estamos dirigiendo a una persona VIVA, que nos ama, que nos cuida, que ejerce su maternidad divina formando en nosotros a Jesucristo:

"San Agustín llama a María molde viviente de Dios. Y, en efecto, lo es. Quiero decir que sólo en Ella se formó Dios como hombre perfecto, sin faltarle rasgo alguno de la divinidad, y que sólo en Ella se transforma el hombre perfectamente en Dios por la gracia de Jesucristo, en cuanto lo permite la naturaleza humana. (...)
María es el molde maravilloso de Dios, hecho por el Espíritu Santo para formar a la perfección a un HombreDios por la encarnación y para hacer al hombre partícipe de la naturaleza divina, mediante la gracia. María es el molde en el cual no falta ni un solo rasgo de la divinidad. Quien se arroje en él y se deje moldear, recibirá todos los rasgos de Jesucristo, verdadero Dios." 

La primera que entona el mea culpa soy yo: cuántas veces, al rezarlo, me despisto. Pierdo la atención en otras tontunas y se me pasa el misterio sin realmente haberlo meditado.

Pero algo que realmente me duele, y que he sentido que a la Madre también le duele en distintas ocasiones, es cuando lo rezamos tan rápido que nos comemos unos a otros en las frases. ¿Por qué tenemos prisa? ¿Por qué nos olvidamos que estamos rezando, hablando con María, y que Ella nos está escuchando y nos responde derramando abundantes Gracias en nuestra vida? O a veces ocurre lo contrario: lo rezamos tan, tan lento, que tampoco es real el diálogo con la Madre. 

Unámonos a María en esta oración. Recemos con el corazón esta oración. Meditemos en profundidad, de su mano, los misterios de la vida de Jesús. Dejémonos conducir por Ella como le condujo a Él, bien agarrados de su mano. Entreguemos a la Madre toda nuestra vida, todo lo que llevamos en el corazón y en la mente, todas nuestras certezas y dudas, todas nuestras inseguridades y gozos, todo nuestro pecado y nuestros anhelos de santidad... Y entreguemos también la vida de nuestra Iglesia con el Papa Francisco al frente. Ella, a cambio, en el molde de su seno, por medio del Espíritu Santo, formará en nosotros a otro Cristo. 


Canción: Hazme como Tú
Intérprete: Lucy Hilario