Mi muy querido amigo y hermano en Cristo Javier Salvado ha compuesto esta preciosa canción inspirada en este blog y en el carisma de San Francisco Javier.
02 noviembre 2020
Canción "Nómadas del Espíritu"
¿Cuál es mi excusa?
Ayer fue un día hermoso para nosotros, los cristianos. Celebrábamos la fiesta de todos aquellos hermanos nuestros que ya están en el seno de la Trinidad. Y hoy es un día igualmente hermoso, al recordar a todos aquellos seres queridos que partieron de nuestro lado camino a esa eternidad en el Amor sin fin de Dios, aunque aún no tengamos la certeza de si culminaron ya su camino...
Ayer, durante la homilía, nuestro párroco nos leyó un texto que luego generosamente me envió. Os lo transcribo:
"Jacob era tramposo, Pedro tenía temperamento fuerte,
David fue adúltero, Noé se embriagó, Jonás huyó de Dios,
Pablo era asesino, Miriam era una chismosa, Marta se angustiaba,
Tomás dudaba, Sara era impaciente, Moisés tartamudeaba,
Zaqueo era pequeño, Abraham era viejo y Lázaro estaba muerto.
Ahora, ¿cuál es tu excusa?
¿Dios te puede usar o no?"
Impresionante repaso a algunos de nuestros antepasados en la fe, ¿verdad? E impactantes preguntas...
Todos los días 2 de noviembre no puedo evitar recordar, creo que como todos, a personas concretas cuya presencia física ya no puedo disfrutar (aunque este tipo de presencia no sea la única, gracias a la comunión de los santos). Y hoy, teniendo de fondo estas preguntas, me acuerdo especialmente de mi abuela materna. Ella fue un pilar en mi comienzo en la fe, arrastrándome los Domingos a misa (casi literalmente muchos días, porque en ocasiones "me tiraba" más irme con la bici y mis amigos, que no iban a la misa) en los largos veranos que pasábamos con ellos mi hermano y yo, mientras mis padres trabajaban. Cuando ella murió, siendo yo muy joven, sentí que me seguía invitando con insistencia a continuar en el camino de la fe. Y así lo hice, yendo a mi primera Pascua juvenil con personas a las que no conocía de nada. Sin mi abuela yo no viviría hoy todo lo que vivo con el Señor.
Años después de su muerte, en una conversación con mi abuelo, a quien pedí me contara cosas de ella, me dijo que mi abuela era muy generosa y hacía caridad "escondida": siempre llenaba alguna bolsa de comida para vecinos que tuvieran necesidades, acompañaba y cuidaba a los enfermos, siempre estaba pendiente de servir a todos...
Es decir, mi abuela era una "santa de la puerta de al lado" (cfr. Papa Francisco, exhortación apostólica Gaudete et exultate: http://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20180319_gaudete-et-exsultate.html)
Y mi abuela podría haber tenido suficientes "excusas" para no hacerlo: criando a 5 hijos, con mi abuelo en 2 trabajos (y uno "extra") para poder subsistir...
No, ella no ponía excusas. Y yo pongo tantas...
De nuevo, Señor, vuelvo mi ser hacia Ti y te digo: aquí estoy, con todo lo que tengo, con todo lo que soy. Con toda mi pobreza, debilidad y limitaciones, que son enormes... pero con mi anhelo más enorme aún de decirte que sí. Úsame, Señor. Hágase tu voluntad, sin condiciones.
Canción: Vuelvo a Ti.
Autores: P. Enrique da Fonseca y P. Pedro Pablo Celis (Padres de Schoenstatt)
19 octubre 2020
Solo 24 horas...
El evangelio de hoy me ha recordado mucho a una reflexión que escuché a un sacerdote hace unos días.
Nos invitaba a los oyentes a pensar sobre qué es lo importante en nuestra vida, las cosas que tenemos que cuidar. A imaginarnos que nos quedan 24 horas de vida y escribir lo que haríamos en esas 24 horas. Así veríamos las cosas realmente importantes de nuestra vida, aquellas que nos urgiría hacer, dejando fuera aquellas otras menos importantes (como acumular dinero o fama) al no quedarnos tiempo para ello.
La verdad es que es impresionante cuando Jesús se pone serio en el evangelio. Siempre pienso en el dolor que para Él supondría tener que hacerlo por el Amor que nos tiene. Pero, ¿qué padre no corrige a sus hijos? (cfr. Proverbios 3, 12; 13, 24). Y Dios es Padre, muy Padre...
Me impresiona mucho esta frase de la parábola de hoy:
"Necio, esta noche te van a reclamar el alma"
(puedes leer el texto completo - Lucas 12, 13-21 - aquí: https://conferenciaepiscopal.es/biblia/)
Es impresionante, ¿verdad? Y me invita a reflexionar sobre lo que el sacerdote decía: "si solo me quedaran 24 horas de vida, ¿qué haría?".
Si esta noche me reclamaran el alma, si fuera al encuentro de Dios Padre, ¿qué haría...?
............................
Y si lo tengo tan claro... ¿por qué no lo vivo ya, sin esperar a que el tiempo se me acabe? Porque, realmente, no sé cuándo se va a acabar... ¿Esperaré a que urja y puede que pierda la oportunidad?
El tiempo que se me concede es un tiempo de Misericordia de Dios, es un kayros... ¿Lo voy a aprovechar?
¿Qué es lo realmente importante en mi vida, aquello o aquellos que quiero cuidar de verdad, aquello que tiene valor de eternidad...?
No esperemos.
Canción: Teu proceder
Autor: P. Francys Adao, sj (traducido e interpretado por el P. Cristóbal Fones, sj)
18 octubre 2020
Tu Gracia me sostiene
No soy experta en Biblia y es muy posible que me equivoque, pero hoy al orar con el evangelio me he quedado con una frase distinta a otras veces. Y es una frase que me ha "rechinado" mucho.
"Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias" (cfr. Mateo 22, 15-21)
¿Habéis visto a qué me refiero, dónde está el "tufillo" a rancio? Exacto: "sin que te importe nadie".
Creo que todas las demás frases se mueven en la verdad de cómo es nuestro Señor: es sincero (Él es la Verdad), enseña el camino de Dios conforme a la verdad (Él es el Camino, el rostro de Dios entre nosotros), no se fija en apariencias (pues conoce bien nuestro corazón, que Él ha creado, y no se queda en lo exterior)
Pero lo de que no le importe nadie.... Cierto que podemos verlo desde el punto de vista de que es profundamente libre y vive en la verdad de Dios por encima de componendas, sin acepción de personas, sin importarle jugarse la vida por presentar la verdad sin tapujos.
Pero me ha "rechinado" la frase porque le importamos tanto ¡que dio la vida por nosotros! Nos ama tanto que no dudó en entregarse a la terrible muerte de cruz...
Y le importamos tanto que no puede dejarnos vivir en la mentira ni en una mediocridad que nos hace vivir una vida arrastrada mientras ponemos "caretas" delante de los demás. Me impresionó muchísimo el evangelio de hace unos días donde Jesús afirmaba:
"¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!" (cfr. Lucas 11, 42-46)
No puedo dejar de pensar en tantas ocasiones que escucho alabanzas y pienso por dentro "si tú supieras la verdad de cómo soy y cómo vivo"... Cuántas veces vivo un evangelio hecho a mi medida, donde justifico constantemente mis decisiones basándome en excusas y autojustificaciones, y no en la realidad del evangelio hecha vida. Donde olvido que, aunque eres Misericordia, también eres justo y me invitas a vivir en la verdad. En tu Verdad, no en la mía.
Señor, no me dejes vivir como tumba no señalada que la gente pisa sin saberlo... No me dejes vivir en apariencias y con caretas... Que tu Espíritu abrase de tal modo mi vida que solo pueda vivir en tu Verdad, siguiéndote a ti fielmente que eres el único Camino- Que mi Corazón sea semejante al tuyo para que vivas tu Vida en mí y a través de mí. Que de verdad el evangelio sea mi mas profunda regla de vida, hasta que se haga totalmente vida en mí. Jesús, confío en Ti, en tu Gracia que me sostiene y en la fuerza de tu Resurrección que puede transformar totalmente cualquier vida. Amén+
Canción: Tu Gracia me sostiene
Autor: Marcos Witt
13 octubre 2020
"Peazo" mes de octubre
Sí, "peazo" mes, aunque la verdad es que podríamos decir lo mismo de cualquier mes del año sabiendo a qué me refiero: los santos.
Sí, es increíble lo "plagadito" que está este mes de octubre. ¡Rebosa santidad por los cuatro costados! Para empezar, es un mes dedicado al rosario, oración que ama y nos ha recomendado "la Santa" por excelencia: nuestra Madre, la Virgen María. Ya eso dice mucho de este mes...
Casi todos los días celebramos algún santo de esos "grandes", de los más conocidos, y que han movido a millones de corazones a ser más de Dios.
Y, casi empezando el mes, el Señor nos ha regalado la beatificación de un chaval que está llamado a cosas grandes desde el Cielo y que ya ha comenzado a remover mucho: Carlo Acutis. Él, que no conseguía entender por qué los estadios estaban llenos de gente y las iglesias vacías, repetía: "tienen que ver, tienen que entender", nos cuenta su madre. Gracias, Carlo, porque muchos verán y entenderán gracias a ti...
Me encanta leer vidas de santos. Es un impulso para crecer, para mirar siempre hacia arriba. Para tirar cada vez más alto, más alto...
Estos días no puedo evitar pensar que si un chico de 15 años ya es beato, yo estoy perdiendo el tiempo. Se me escapa la vida y aquí ando, con mis mediocridades.
El Domingo pasado invitaba a los seminaristas de mi parroquia a que cada día que les viera y les preguntara "¿qué tal?" me respondieran: "creciendo en santidad". Porque solo eso vale la pena al final.
Para vivirlo tenemos la abundante Gracia derramada en los sacramentos; el inmenso regalo del encuentro con Dios en la oración, donde podemos dialogar con Él corazón a Corazón; tenemos la Palabra de Dios, y los textos del Magisterio, y la Tradición, tantas cosas...
Y tenemos muchos testigos que nos ha dejado nuestra madre Iglesia para seguir sus pasos. Cada día más de uno: los santos. Podemos leer sus testimonios de vida, encomendarnos a ellos, dejar que sean los "hermanos mayores" que nos amen y guíen como ellos anhelan, crecer en la esperanza de que si el Señor pudo con su "materia prima" hacer grandes cosas también lo logrará con nosotros si le dejamos obrar...
Santa Teresita del Niño Jesús (que también celebramos este mes) decía: "No me arrepiento de haberme entregado al Amor". Si nos entregamos a Dios por entero, Él se entregará a nosotros. Sin reservas. Y nos conducirá por caminos de santidad.
Con nuestras virtudes y defectos, no hacen falta grandes heroicidades. Vivir en un proceso de conversión continua, donde demos cada día un poquito más de lo mejor de nosotros mismos en Cristo. Luchar, como los santos, por poner a Dios en el primer lugar en lo sencillo y cotidiano, con un amor apasionado por Él. Y que al final en nuestro corazón encuentren eco las palabras de Santa Teresa de Jesús (otra santa de octubre) y de tantos santos: solo Dios, "solo Dios basta"...
"La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos" (Beato Carlo Acutis)
Lo tenemos todo. ¿A qué estamos esperando? La Gracia está dada. Podemos ser santos, lo importante es quererlo y dejar a Dios ser Dios. Caminemos.
Canción: Tuyo soy
Intérprete: Estación Cero, junto con Ana Bolivar.
09 octubre 2020
¿Acción de gracias en el 2020? Pues sí. Y alabanza, por Inés
Llevaba varios días pensando en retomar el blog bajo el título "¿Acción de gracias en el 2020?". Acabo de saber que una hermana en Cristo ha fallecido por COVID. Y, a pesar del dolor, me lanzo a esta acción de gracias. Y sí, también, a la alabanza al Señor.
Conocí a Inés cuando me incorporé por primera vez a un grupo de oración de la Renovación Carismática. De ella aprendí cómo es una persona carismática de pura cepa, cómo vivir anclada en la alabanza y en la Palabra de Dios. Aprendí de su ejemplo el servicio entregado, sin mirarse a uno mismo, y mantener la alabanza en todo momento a pesar del cansancio. Pude poner en práctica los conocimientos que tenía de liturgia sirviendo a su lado en las asambleas, pero el amor que tenía por todo lo que "tocaba" al Señor es algo que no se aprende en las clases. Su amor por el Señor Eucaristía era... tan grande...
Y aprendí a interceder a base de orar con ella. Recuerdo nuestras largas charlas telefónicas que siempre acababan con Inés orando por mí y abriendo la Biblia para darme una Palabra. Otro de sus grandes amores: la Palabra se hacía vida en sus manos y en sus labios en todo momento. Me encantaba ver aquella Biblia viejita, super usada y subrayada suya. Y pensaba: yo quiero estar tan enamorada como ella de tu Palabra, Señor. Y orar tanto con ella que sea parte de mi lenguaje. Porque lo suyo no era fruto de estudios, sino de vida y oración.
Hace unos días celebramos las Témporas de acción de gracias y de petición, un regalo como todo lo que nos propone nuestra Madre Iglesia (si quieres conocer un poco más sobre el origen y sentido, puedes consultar este enlace: Las Témporas)
Con todo lo que estamos viviendo, para muchos puede ser difícil encontrar motivos para dar gracias. Tal vez sí para pedir, ¿pero dar gracias también, con la que está cayendo...?
Creo que todos, de un modo u otro, hemos sufrido (y algunos mucho) en este 2020. Y aún no ha acabado, dirán algunos... Pero no puedo evitar que algo se "revuelva" en mí cada vez que veo un mensaje en el que se dicen cosas como:
"Querido Dios, ¿podrías, por favor, desinstalar y volver a instalar el 2020? ¡Tiene un virus!"
"Yo del 2020 quiero ver el trailer primero"
Cierto que algunos son graciosos, pero cuando los veo me pregunto: si soy cristiana, ¿dónde está mi fe en Dios y su mano providente en todo lo que ocurre? Porque en ellos no veo más que queja por lo que llevamos vivido este año.
¿Y la acción de gracias? Porque el Señor no ha dejado de obrar en nosotros y en los que nos rodean (si le hemos dejado)
Estamos en octubre. Aún quedan unos meses para acabar este 2020. ¿Cómo los vamos a vivir: desde la queja o desde la acción de gracias viendo la mano de Dios sosteniéndonos en todo momento?
Yo me quedo con lo segundo. Inés me enseñó a vivirlo así y quiero ser digna de las enseñanzas de mi maestra y madre en la Renovación. Porque ella "me dio a luz" para la Renovación. Con su ejemplo vivo y con todos los retiros a los que me mandaba ir cuando era mi servidora para que me formase, de cara a servir yo también algún día.
Gracias, Señor, por la vida de Inés. Para todos los que la hemos conocido, sabemos que ha sido un regalo de tu Misericordia. Te alabo y te bendigo por ella, por su vida, por sus enseñanzas, por su servicio, por su testimonio, por su anhelo de evangelizar para que todos te conocieran, por su apasionado amor por Ti, Señor... y por su alabanza, siempre su alabanza, y ahora por toda la eternidad.
Gracias, Inés, por tanto. El Amado te ha llevado con Él. Qué feliz estarás...
22 julio 2020
Toda una aventura....
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19 junio 2020
Acto de consagración de Sta. Margarita Mª de Alacoque al Corazón de Jesús+
Gracias a todos por habernos acompañado en esta novena. Que Dios os bendiga+
18 junio 2020
Volviendo al corazón de la Iglesia
Querida Filotea (la que ama a Dios):
Hace mucho tiempo que no te escribo. Ya sabes que esto del “confinamiento” nos está alterando el ritmo natural a todos y a veces no sé ni en qué día vivo. Se pasan los días tan rápidos y tan extraños... Pero no quería esperar más para contarte un regalo muy grande que el Señor, en su infinita Misericordia, nos ha concedido de nuevo.
Sí, sí, ya me imagino que tu corazón, tan amante de Dios, ha saltado de alegría al imaginarse la noticia… Efectivamente, ¡de nuevo hemos podido gozar del corazón de la Iglesia! ¡De nuevo hemos podido asistir a la Eucaristía de forma presencial! Guau… qué inmenso regalo, ¿verdad? Porque es un regalo impresionante, infinito, que no cabe en nuestras pequeñas mentes, que el Señor haya querido quedarse entre nosotros en algo tan asequible como un pedazo de pan y un poco de vino, y solo por las palabras de unos pobres hombrecillos elegidos por Él para una vocación altísima: ser otro Cristo en medio de nosotros. Sí… contigo vuelvo a exclamar: ¡qué inmenso regalo!
Nuestro obispo fue uno de los primeros en cerrar las iglesias al comenzar la pandemia. Su gran prudencia le hizo obrar así, ya que en la Diócesis hemos tenido algunos de los focos más importantes. Sin embargo, las “iglesias digitales” se abrieron casi al instante por doquier, llenando las redes de iniciativas donde podíamos seguir celebrando unidos a nuestros pastores.
Fueron unos días muy especiales donde me sentí muy unida a Él, que se hizo más cercano que nunca, y a tantos hermanos nuestros que, por la zona donde habitan o las circunstancias que viven, no pueden acceder tan fácilmente como nosotros a los sacramentos. ¿Sabes?, a veces sentía que la Iglesia en mi corazón era más universal que nunca…
Pero el alma ansía más y más… y solo el que es Infinito puede saciar su sed de infinito… Así que cuando nos dijeron que se abrían las iglesias para, primeramente, poder tener la posibilidad de orar, confesar y recibir la comunión… nuestro corazón saltó de alegría como sé que salta el tuyo al leer mis palabras. Ese gran acontecimiento tuvo lugar el pasado 11 de mayo… Sí, sí, ya sé que he tardado en escribirte para contártelo… pero déjame seguir que hay más.
Yo pude ir ese mismo día. Pero, si te digo la verdad, solo pude orar. Es cierto que me creía preparada para comulgar, pues me preparé a conciencia cuando el Papa nos dio la posibilidad de ganar indulgencia plenaria. Los días previos fueron para mí realmente días penitenciales y recibí el don de la indulgencia con un gozo tan… creo que no hay palabras humanas para expresarlo…
Pero, no sé por qué, el día 11 me sentía totalmente indigna y muy débil. Creo que estos días de confinamiento me han hecho valorar aún más el Misterio tan grande que suponen los sacramentos. Y estoy segura, querida Filotea, que a ti te pasa igual, pues tu alma también vibra con las cosas de Dios.
Ese día y el siguiente solo podía estar ante Él en silencio. En absoluto silencio… Y creo que eso hizo que tuviera aún más hambre de su Presencia en lo más íntimo de mi ser. Así que el día 13, ¡día de la Virgen de Fátima!, y de la mano de la Madre (¿cómo no hacerlo en su día y con Ella?), me lancé a confesarme y recibir la comunión después. ¿Sabes, amiga? De nuevo hubo silencio… pero lleno esta vez de Él en medio de mi pobreza y debilidad. Solo Él… ¿hacía falta algo más? Tal vez solo el frágil y asombrado por tanta Misericordia “gracias” que surgió después…
Así estuvimos unos días. Y dos semanas después… ¡se abrió el culto público! Un lunes, un sencillo lunes, donde el Señor se derramaba de nuevo a través de las palabras del sacerdote, como cada día del confinamiento, pero esta vez estábamos allí delante para escucharlas entre las gafas empañadas por las mascarillas. Hubiera saltado y gritado si no fuera porque había que mantener una cierta compostura… pero la emoción era tan grande… El sacerdote sí que nos hizo llegar la suya, compartiéndonos el gozo que sentía al vernos delante y no bancos vacíos. ¡Y yo le entendía tan bien! Hasta las lágrimas…
Y no solo el culto público… también la capilla de adoración perpetua de mi parroquia ha vuelto a abrir. Esta vez más tiempo en el templo grande que en la capilla en sí, por aquello del espacio de seguridad. De nuevo Jesús está en su casa con las puertas abiertas, esperando con su Corazón de puertas siempre abiertas, a que vayamos a estar un ratito con Él… Jesús vino a nuestras casas durante las semanas más duras de confinamiento y devolverle la visita es un regalo… más para mí que para Él, desde luego. Pero… sé que me entiendes… estoy segura de que vernos allí a todos es también un regalo para Él…
Te mando ya esta misiva, con ánimo de que te llegue pronto. La buena noticia de Jesús siempre hay ganas de compartirla con rapidez.
Pronto, muy pronto, nos volveremos a ver e iremos juntas a los pies de Jesús, como tantas veces.
Cuídate mucho. Un abrazote en Cristo.
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - día 9º
Mañana día 19 podremos renovar juntos la Consagración a su Sagrado Corazón en el día de su fiesta. AMOR DEL CORAZÓN DE JESÚS, ABRASA MI CORAZÓN. JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN, HAZ MI CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.
17 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - día 8º
16 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - día 7º
15 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - día 6º
14 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - día 5º
13 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - día 4º
12 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Día 3º
11 junio 2020
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Día 2º
Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Día1º
Es una novena al Sagrado Corazón de Jesús, basada en textos de Sta. Margarita Mª de Alacoque. Tiene la siguiente estructura:
*Frase de Sta. Margarita.
*Breve reflexión.
*Gracia a pedir en el día.
*Jaculatoria diaria.
*Canción al Corazón de Jesús.
Espero que nos ayude a todos a dejarnos amar aún más por su amante Corazón.
AMOR DEL CORAZÓN DE JESÚS, ABRASA MI CORAZÓN.
JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN, HAZ MI CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.
03 mayo 2020
Pastores frágiles... pero elegidos
01 mayo 2020
¿Cómo conocer la voluntad de Dios?
Hay algunas claves que se pueden aplicar:
* La segunda más importante: imagínate que tienes un colador y vuelvas en él un líquido con "grumitos" que tienes en un vaso. Los grumitos se quedarían en el colador, ¿verdad? Vale. Pues ahora imagínate que vuelcas tu decisión sobre el colador del Amor de Dios. ¿Eso que estás pensando pasaría o se quedaría "enganchado"? Es decir, ¿has pasado tu decisión por el filtro del amor? ¿La decisión pasa por el filtro de intentar que sea lo más bueno posible, lo más honrado posible, lo más justo posible... siempre desde el amor? Si presentas tu decisión delante de Dios, ¿Él qué pensaría? ¿La miraría con agrado o no? Esa decisión, ¿me hace más parecido a Jesús o a la Virgen? ¿Qué harían Jesús o María en mi lugar?
* Imagínate que tomas esa decisión en firme. ¿Te da paz? ¿Qué consecuencias se producen? ¿Ves que son buenas? Imagínate que tomas la decisión contraria y hazte las mismas preguntas. ¿Ves si cada una de esas opciones es factible, es decir, que realmente se pueden llevar a cabo?
* La voluntad de Dios pasa por nuestras obligaciones "de estado". Es decir, mis obligaciones del presente, lo que ahora me toca vivir. Esa decisión que tienes que tomar, ¿te separa de tus obligaciones y responsabilidades? ¿Te hace mejor o peor persona?
* Preguntar a muchas personas al final te va a dar muchas soluciones. Es mejor confiar en el criterio de una, dos o tres como sumo. Eso sí, intenta no buscar a personas de tu "mismo nivel". Es decir, que si necesitas claridad sobre una situación no busques ayuda en alguien de tu misma edad que pueda estar pasando por lo mismo. Es mejor buscar consejo en alguien más maduro, que ya lo haya vivido... que te pueda dar otras perspectivas a las que recibirías de personas que lo miran con tus mismos ojos. Ya hemos hablado de la figura del director o acompañante espiritual. Es bueno buscar uno en quien confiar y a quien abrir el corazón y pedir consejo.
* A veces es bueno preguntar a alguien que esté "metido en el ajo" como tú, pero también a alguien que no, para que te dé un punto de vista desde fuera, algo más imparcial y no tan influenciado por la situación que sea.
* Y, por último... a veces solo toca esperar con paciencia. Dios tiene sus tiempos, que no siempre coinciden con nuestras prisas. Hay que presentarle al Señor las cosas, dejarlas en sus manos y esperar con confianza a que hable. Eso no quiere decir olvidar el tema sin más (aunque a veces es lo más recomendable: confiarlo a las manos de Dios o a las manos de la Virgen y dejarlo estar, porque si le damos demasiadas vueltas podemos emborronarlo todo), sino que hay que dejarlo con confianza en sus manos y, de vez en cuando, decirle: "Señor, te recuerdo que tenemos este tema pendiente. Y si ya me estás dando una respuesta, por favor, hazlo más claro que no me entero, porque quiero cumplir tu voluntad". Pero hacerlo sin agobios, sin prisas... con confianza y descansando en el saber que Él quiere lo mejor para nosotros.
Y si ves que lleva mucho tiempo sin contestar... la opción de la "puerta trasera" que han usado muchos santos: "¿¡a que se lo digo a tu Madre!?", jeje.
Pero nunca, nunca, nunca olvides la cita de Romanos 8, 28: "Todo sucede para bien de los que ama el Señor". Y si es todo, es todo. Incluso si al final tomas una decisión que después se considera equivocada, Dios proveerá para que al final se pueda sacar algo bueno desde su Amor. Además, a veces equivocarnos nos puede venir bien, para crecer en humildad y en la certeza de que no somos perfectos. No hay nada como darse cuenta de un error y disculparse para crecer en madurez y sabiduría de vida. No hay que tener miedo a equivocarse. Es peor quedarse estancado por no intentarlo, porque así no sabemos lo que realmente nos estamos perdiendo (lo que vendría después) y no crecemos.
Así que... tomes la decisión que tomes... tómala y deja de darle vueltas. Descansa y deja que Él se haga cargo si te has equivocado. Y si no, descansa en saber que lo has hecho bien. Sea como sea... ¡las "ralladas" no son buenas!
Espero haber sido capaz de dar un poco más de luz...
Canción: Quiero hacer tu voluntad
26 abril 2020
Tarde te amé...
Canción: Tarde te amé
Texto: san Agustín
Música: Antonio Valdoni
Intérprete: Ana Moya
https://youtu.be/_pkCCIEuQEY
21 abril 2020
Decálogo sobre el amor
*Tomado parcialmente de las charlas de Ejercicios Espirituales personalizados de la Vicaría para el Cerro de la Diócesis de Getafe.
12 abril 2020
DOMINGO DE RESURRECCIÓN - ¡Cristo Vive!
¡Que toda la creación alabe al Padre porque Cristo ha resucitado!
Canción: Cristo Vive
11 abril 2020
SÁBADO SANTO - Como en Nazaret… he aquí a tu esclava
10 abril 2020
VIERNES SANTO - Crucificado
09 abril 2020
Qué celebramos el Jueves Santo (2ª parte)
JUEVES SANTO - Amar hasta el extremo
Canción: Amando hasta el extremo
Autora: Maite López
https://youtu.be/hxCelg9G4h8