Estos días, en los medios de comunicación, se nos está recordando el aniversario de la liberación de prisioneros en campos de concentración nazis como Auschwitz o Mauthausen, donde estuvieron recluidos más de 9.000 españoles, muriendo más de la mitad de ellos.
Viendo hoy las noticias, un ex prisionero de Auschwitz decía que estaba allí para decirle al mundo lo que pasó. Y lloraba antes de terminar la frase. Se me partía el corazón viendo a estos hombres y mujeres allí, hombres y mujeres de hoy que hace 70 años no eran más que niños, sintiendo cómo se abrían sus heridas de nuevo al estar en los lugares donde fueron torturados física y mentalmente durante años. Estoy segura de que jamás olvidan esos años en su día a día, pero volver al lugar debe ser tremendamente doloroso para ellos.
Estos preciosos hombres y mujeres son una muestra más de la fortaleza del ser humano, capaz de sobreponerse a lo más terrible, capaz de seguir reconstruyendo su vida a partir de sólo cenizas.
Pero, por favor, no olvidemos. Cuando estos hombres y mujeres mueran, ¿quién llorará suplicando al mundo que no olvide? Porque somos personas tremendamente desmemoriadas. Ya nos hemos olvidado de tantos sufrimientos y que fueron en su día "trending topic". De lo más reciente: ¿ya no nos importa el ébola? ¿Ya no nos importan todos los seres humanos que mueren de hambre en África o por culpa del terrorismo? ¿Qué pasa con los que cada día rebuscan en la basura en España para poder comer, nuestros vecinos, o que mañana no tendrán un techo sobre el que cobijarse?
Los seres humanos somos tremendamente desmemoriados... pero los cristianos no debemos olvidar. Si hay alguien que no debe hacerlo somos precisamente nosotros. Porque hemos tenido experiencia del Amor Misericordioso de Dios; porque hemos palpado y tocado su Corazón en nuestra pobre vida; porque se nos ha grabado hasta lo más profundo de nuestras entrañas que Cristo ha dado la vida en la cruz por todos y cada uno de los hombres.
Por todo esto y muchas cosas más no debemos olvidar. Porque ese ser humano que ahora mismo sufre, llora y muere mientras yo estoy delante de la pantalla del ordenador, la tablet o el móvil es mi hermano, aquel por el que Cristo murió. Y eso, jamás, jamás, me puede ser indiferente.
"¿Quién de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos? Él dijo: El que practicó la misericordia con él. Jesús le dijo: Anda y haz tú lo mismo" (Lucas 10, 36-37)
Canción: Lucha sin trincheras
Autor: Daniel Poli
https://www.youtube.com/watch?v=ITIiOOQiB6E
27 enero 2015
19 enero 2015
Venid y veréis
Poco más se puede decir de lo que ya se ha dicho y dirá de la visita pastoral del Papa Francisco a Sri Lanka y Filipinas. Ojalá digamos y escribamos menos, y vivamos mucho más lo que él nos dice por medio de discursos, homilías, textos... y gestos... Precioso su modo de enseñarnos a orar y descansar confiados en el Señor al contarnos sobre su imagen de san José dormido encima de su escritorio...
Hoy quiero quedarme con un detalle sencillo de la Misa de despedida de ayer en el parque Rizal de Manila: el Papa llevaba una acreditación colgada al cuello. Al principio me chocó, pues pensé: ¿quién no reconocería al Papa? Y luego caí: él estaba allí como un peregrino de la fe más, con toda su humildad y sencillez, y con esa mirada profunda llena de ternura y oración.
Además... con tanto sacerdote y religioso como había vestidos con sotanas blancas... mejor que el Papa fuera bien identificado, no sea que se perdiera y no le dejaran entrar en las zonas donde debía estar, jej ;-)
Sigamos aprendiendo del Papa Francisco. ¿Queréis conocer cómo es una vida en el Señor? Venid y veréis... (Juan , 1, 39)
Canción: "La luz de Francisco"
Letra, música e interpretación: Palito Ortega
https://www.youtube.com/watch?v=H1tnINQBNbo
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Francisco abrió sus brazos para cuidar al pueblo de Dios,
y sobre todo al más pobre como Jesús los cuidó.
Llegaste del fin del mundo con la divina misión,
de anunciarle a tus hermanos el evangelio de Dios.
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Vamos a seguir tus pasos que nuestra guía sea tu voz,
queremos ir de tu mano, ir al encuentro de Dios.
El mundo está celebrando porque encendiste una nueva luz,
porque siembras tu palabra de amor igual que Jesús.
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Francisco, Papa querido, una oración vamos a rezar,
para pedir que te cuide siempre nuestra Virgen de Luján.
Cantemos con alegría a nuestro hermano Francisco,
para el Pastor de la Iglesia, para el Vicario de Cristo.
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Hoy quiero quedarme con un detalle sencillo de la Misa de despedida de ayer en el parque Rizal de Manila: el Papa llevaba una acreditación colgada al cuello. Al principio me chocó, pues pensé: ¿quién no reconocería al Papa? Y luego caí: él estaba allí como un peregrino de la fe más, con toda su humildad y sencillez, y con esa mirada profunda llena de ternura y oración.
Además... con tanto sacerdote y religioso como había vestidos con sotanas blancas... mejor que el Papa fuera bien identificado, no sea que se perdiera y no le dejaran entrar en las zonas donde debía estar, jej ;-)
Sigamos aprendiendo del Papa Francisco. ¿Queréis conocer cómo es una vida en el Señor? Venid y veréis... (Juan , 1, 39)
Canción: "La luz de Francisco"
Letra, música e interpretación: Palito Ortega
https://www.youtube.com/watch?v=H1tnINQBNbo
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Francisco abrió sus brazos para cuidar al pueblo de Dios,
y sobre todo al más pobre como Jesús los cuidó.
Llegaste del fin del mundo con la divina misión,
de anunciarle a tus hermanos el evangelio de Dios.
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Vamos a seguir tus pasos que nuestra guía sea tu voz,
queremos ir de tu mano, ir al encuentro de Dios.
El mundo está celebrando porque encendiste una nueva luz,
porque siembras tu palabra de amor igual que Jesús.
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
Francisco, Papa querido, una oración vamos a rezar,
para pedir que te cuide siempre nuestra Virgen de Luján.
Cantemos con alegría a nuestro hermano Francisco,
para el Pastor de la Iglesia, para el Vicario de Cristo.
Está brillando una luz, una luz en el camino,
para llegar a Jesús de la mano de Francisco.
Francisco es la nueva luz, una luz que alumbra a todos,
vamos a rezar por él, como él reza por nosotros.
08 enero 2015
Aquí está el Cordero
Casi casi hemos terminado el tiempo de Navidad. Un año más hemos recordado que Dios se hizo hombre por nosotros. Este Dios humilde y sencillo, mucho más de lo que somos nosotros, se abajó hasta nacer sobre el suelo. Y para contemplarle nos invita a bajar nuestra mirada.
Porque el Cordero está ahí, en el suelo. Porque Dios habita entre su pueblo, en medio de nosotros. Es el Cristo que vino a dar la vida por Amor. El que pone a un niño en medio de nosotros para mostrarnos cómo es el corazón del que construye verdaderamente el Reino. El que se pone de rodillas para lavarnos los pies, invitándonos a hacer lo mismo con nuestros semejantes, a acoger y limpiar las heridas del prójimo que viaja a nuestro lado hacia el Cielo, sus hermanos, nuestros hermanos.
Este es el Cordero de Dios. Y si quieres caminar a su lado, si quieres vivir con y como Él, no puedes mirar "desde lo alto". Porque Dios ha nacido en el suelo y porque tus hermanos están ahí también, abajo.
Y esto se vive en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles. Con una simple mirada. En algo tan sencillo como cuando damos la paz en Misa o rezamos todos juntos el Padre Nuestro. Mi prójimo no me puede ser indiferente, porque en él, ahí, está el Cordero. En el hermano que está a mi lado y va a comulgar como yo al Señor. No puedo darle la paz de forma distraída, sin mirarle a los ojos y sonreírle, sin desearle de verdad de todo corazón que la paz de Dios habite en su vida y su alma. No puedo rezar a su lado el Padre Nuestro sin reconocer y vivir desde lo más profundo de mi ser que es "nuestro" y no sólo mío, pidiendo sólo por lo mío y para mí.
Si somos cristianos auténticos debemos marcar la diferencia en estas pequeñas cosas. Porque el que tiene hambre y debo darle de comer (hambre no sólo de pan, que también, sino de amor, de paz, de cariño, de escucha, de consuelo, de.........) es el que está a mi lado en el trabajo o en los estudios; porque el que está desnudo y debo vestirle (desnudo de comprensión, de Misericordia, de.......) es ese que está a mi lado en el autobús o el metro; porque el que está enfermo y necesita que le visitemos (enfermo de consumismo, de egoísmo, de rencor, de...........) es el que me cruzo en la calle o en el ascensor camino a mi casa (cfr. Mateo 25, 31-46)
Hoy os invito a rezar con una canción de nuevo, pero lanzándoos un desafío: llevarla en el corazón (al menos el estribillo) y cada vez que os encontréis con un hermano dejad que vuestro corazón os recuerde: aquí está el Cordero. Y cuando vayáis a la Eucaristía o a rezar ante el sagrario o el Santísimo, llevad en vuestros corazones a todos aquellos que os hayáis encontrado, los que viven y pasan a vuestro lado, los más cercanos y los desconocidos.
Porque en esto nos los jugamos todo.
Canción: Aquí está el Cordero
Autor: Son by Four
https://www.youtube.com/watch?v=REphyyL5XV4
Porque el Cordero está ahí, en el suelo. Porque Dios habita entre su pueblo, en medio de nosotros. Es el Cristo que vino a dar la vida por Amor. El que pone a un niño en medio de nosotros para mostrarnos cómo es el corazón del que construye verdaderamente el Reino. El que se pone de rodillas para lavarnos los pies, invitándonos a hacer lo mismo con nuestros semejantes, a acoger y limpiar las heridas del prójimo que viaja a nuestro lado hacia el Cielo, sus hermanos, nuestros hermanos.
Este es el Cordero de Dios. Y si quieres caminar a su lado, si quieres vivir con y como Él, no puedes mirar "desde lo alto". Porque Dios ha nacido en el suelo y porque tus hermanos están ahí también, abajo.
Y esto se vive en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles. Con una simple mirada. En algo tan sencillo como cuando damos la paz en Misa o rezamos todos juntos el Padre Nuestro. Mi prójimo no me puede ser indiferente, porque en él, ahí, está el Cordero. En el hermano que está a mi lado y va a comulgar como yo al Señor. No puedo darle la paz de forma distraída, sin mirarle a los ojos y sonreírle, sin desearle de verdad de todo corazón que la paz de Dios habite en su vida y su alma. No puedo rezar a su lado el Padre Nuestro sin reconocer y vivir desde lo más profundo de mi ser que es "nuestro" y no sólo mío, pidiendo sólo por lo mío y para mí.
Si somos cristianos auténticos debemos marcar la diferencia en estas pequeñas cosas. Porque el que tiene hambre y debo darle de comer (hambre no sólo de pan, que también, sino de amor, de paz, de cariño, de escucha, de consuelo, de.........) es el que está a mi lado en el trabajo o en los estudios; porque el que está desnudo y debo vestirle (desnudo de comprensión, de Misericordia, de.......) es ese que está a mi lado en el autobús o el metro; porque el que está enfermo y necesita que le visitemos (enfermo de consumismo, de egoísmo, de rencor, de...........) es el que me cruzo en la calle o en el ascensor camino a mi casa (cfr. Mateo 25, 31-46)
Hoy os invito a rezar con una canción de nuevo, pero lanzándoos un desafío: llevarla en el corazón (al menos el estribillo) y cada vez que os encontréis con un hermano dejad que vuestro corazón os recuerde: aquí está el Cordero. Y cuando vayáis a la Eucaristía o a rezar ante el sagrario o el Santísimo, llevad en vuestros corazones a todos aquellos que os hayáis encontrado, los que viven y pasan a vuestro lado, los más cercanos y los desconocidos.
Porque en esto nos los jugamos todo.
Canción: Aquí está el Cordero
Autor: Son by Four
https://www.youtube.com/watch?v=REphyyL5XV4
03 enero 2015
Haciendo camino
Hoy quiero compartiros este texto de San Agustín :-)
El doble precepto de la caridad
San Agustín
San Agustín
Tratado sobre el evangelio de san Juan 17,7-9
Vino el Señor mismo, como doctor en caridad, rebosante de ella, compendiando, como de él se predijo, la palabra sobre la tierra, y puso de manifiesto que tanto la ley como los profetas radican en los dos preceptos de la caridad.
Recordad conmigo, hermanos, aquellos dos preceptos. Pues, en efecto, tienen que seros en extremo familiares, y no sólo veniros a la memoria cuando ahora os los recordamos, sino que deben permanecer siempre grabados en vuestros corazones. Nunca olvidéis que hay que amar a Dios y al prójimo: a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser; y al prójimo como a sí mismo.
He aquí lo que hay que pensar y meditar, lo que hay que mantener vivo en el pensamiento y en la acción, lo que hay que llevar hasta el fin. El amor de Dios es el primero en la jerarquía del precepto, pero el amor del prójimo es el primero en el rango de la acción. Pues el que te puso este amor en dos preceptos no había de proponer primero al prójimo y luego a Dios, sino al revés, a Dios primero y al prójimo después.
Pero tú, que todavía no ves a Dios, amando al prójimo haces méritos para verlo; con el amor al prójimo aclaras tu pupila para mirar a Dios, como sin lugar a dudas dice Juan: Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.
Que no es más que una manera de decirte: Ama a Dios. Y si me dices: «Señálame a quién he de amar», ¿qué otra cosa he de responderte sino lo que dice el mismo Juan: A Dios nadie lo ha visto jamás? Y para que no se te ocurra creerte totalmente ajeno a la visión de Dios: Dios, dice, es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios. Ama por tanto al prójimo, y trata de averiguar dentro de ti el origen de ese amor; en él verás, tal y como ahora te es posible, al mismo Dios.
Comienza, pues, por amar al prójimo. Parte tu pan con el hambriento, y hospeda a los pobres sin techo; viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne.
¿Qué será lo que consigas si haces esto? Entonces romperá tu luz como la aurora. Tu luz, que es tu Dios, tu aurora, que vendrá hacia ti tras la noche de este mundo; pues Dios ni surge ni se pone, sino que siempre permanece.
Al amar a tu prójimo y cuidarte de él, vas haciendo tu camino. ¿Y hacia dónde caminas sino hacia el Señor Dios, el mismo a quien tenemos que amar con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser? Es verdad que no hemos llegado todavía hasta nuestro Señor, pero sí que tenemos con nosotros al prójimo. Ayuda, por tanto, a aquel con quien caminas, para que llegues hasta aquel con quien deseas quedarte para siempre.
Canción: El amor
Autora: Maite Losada
https://www.youtube.com/watch?v=tjABdPxk6UY
Canción: El amor
Autora: Maite Losada
https://www.youtube.com/watch?v=tjABdPxk6UY
02 enero 2015
Exquisiteces
Ha comenzado un nuevo año. Pero el ser humano parece que sigue enfrascado en los absurdos de siempre.
Veo con tristeza en las noticias que ha habido alguna dimisión y puede que haya algún despido porque una o varias personas se equivocaron interrumpiendo con publicidad la cuenta de las uvas en una cadena de televisión andaluza. Y yo me pregunto: ¿acaso es más importante una tradición de hace no demasiados años que la vida de un ser humano y su familia, que dependen del sustento económico de ese trabajo? ¿Realmente lo es?
Unos días antes de Navidad tuve ocasión de ir a una oración por la paz en Tierra Santa. A mitad de la Misa una señora comenzó a toser, se apartó de los bancos y, en un rincón, intentó evitar su tos. En ese momento comenzamos a rezar el Padre Nuestro. Ni una de las personas que tenía en los bancos delante de mí se volvió a ayudar a esta pobre mujer, que lo estaba pasando realmente mal. Ni siquiera se inmutaron. Y la maravillosa oración que el mismo Jesús nos dejó pareció perder todo sentido.
Porque si perdemos la perspectiva de lo humano, de nuestro prójimo, todo pierde sentido. Y dejé volar mi imaginación hacia las primeras comunidades cristianas. Esas que compartían las necesidades de los hermanos dentro de la comunidad. Esas que, me atrevo a afirmar, pararían su celebración para socorrer al hermano enfermo, mostrando con sus actos el Amor de Cristo que llevó a exclamar a los que los observaban: "Mirad cómo se aman" (Tertuliano. "Apología contra los gentiles", 39)
No pretendo idealizar las primeras comunidades. Sólo tomar conciencia de que estamos llamados a algo muy grande, tremendo: a amar con el mismo Amor de Dios. A vivir como verdaderos hermanos de nuestros semejantes, bajo la mirada Misericordiosa de un mismo Padre. Y esto no es cuestión de heroicidades. Nos lo jugamos en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles.
Tenemos un precioso año por delante. Preguntémonos: ¿amamos verdaderamente? ¿Sabemos amar? ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Qué es lo que realmente nos importa? Cada día, cada segundo, tenemos la oportunidad de aprender a amar y recomenzar de nuevo centrando el corazón donde debe estar centrado.
Y así hacer de cada encuentro con el hermano una pequeña exquisitez de amor...
Canción: Cambiar el corazón
Autora: Maite Losada
https://www.youtube.com/watch?v=2-9HJ4z2f3E
Veo con tristeza en las noticias que ha habido alguna dimisión y puede que haya algún despido porque una o varias personas se equivocaron interrumpiendo con publicidad la cuenta de las uvas en una cadena de televisión andaluza. Y yo me pregunto: ¿acaso es más importante una tradición de hace no demasiados años que la vida de un ser humano y su familia, que dependen del sustento económico de ese trabajo? ¿Realmente lo es?
Unos días antes de Navidad tuve ocasión de ir a una oración por la paz en Tierra Santa. A mitad de la Misa una señora comenzó a toser, se apartó de los bancos y, en un rincón, intentó evitar su tos. En ese momento comenzamos a rezar el Padre Nuestro. Ni una de las personas que tenía en los bancos delante de mí se volvió a ayudar a esta pobre mujer, que lo estaba pasando realmente mal. Ni siquiera se inmutaron. Y la maravillosa oración que el mismo Jesús nos dejó pareció perder todo sentido.
Porque si perdemos la perspectiva de lo humano, de nuestro prójimo, todo pierde sentido. Y dejé volar mi imaginación hacia las primeras comunidades cristianas. Esas que compartían las necesidades de los hermanos dentro de la comunidad. Esas que, me atrevo a afirmar, pararían su celebración para socorrer al hermano enfermo, mostrando con sus actos el Amor de Cristo que llevó a exclamar a los que los observaban: "Mirad cómo se aman" (Tertuliano. "Apología contra los gentiles", 39)
No pretendo idealizar las primeras comunidades. Sólo tomar conciencia de que estamos llamados a algo muy grande, tremendo: a amar con el mismo Amor de Dios. A vivir como verdaderos hermanos de nuestros semejantes, bajo la mirada Misericordiosa de un mismo Padre. Y esto no es cuestión de heroicidades. Nos lo jugamos en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles.
Tenemos un precioso año por delante. Preguntémonos: ¿amamos verdaderamente? ¿Sabemos amar? ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Qué es lo que realmente nos importa? Cada día, cada segundo, tenemos la oportunidad de aprender a amar y recomenzar de nuevo centrando el corazón donde debe estar centrado.
Y así hacer de cada encuentro con el hermano una pequeña exquisitez de amor...
Canción: Cambiar el corazón
Autora: Maite Losada
https://www.youtube.com/watch?v=2-9HJ4z2f3E
30 diciembre 2014
El mejor GPS
Mañana celebraremos a nivel mundial el fin de un año y el comienzo de otro. En distintos lugares, en distintos husos horarios, con distintas tradiciones... pero todos unidos mirando hacia un mismo punto: lo que traerá el futuro del nuevo año.
Muchos planes por rematar o dejar atrás... Muchos deseos, muchas ilusiones nuevas que alcanzar... Pero hay tantos caminos, tantas puertas que abrir... ¿cómo saber cuál es la correcta, cuál es el camino bueno?
Necesitamos un GPS, este invento moderno que nos indica el camino cuando no sabemos hacia dónde vamos. ¿Moderno? En la foto vemos una primera versión ¡del año 1930!
Pero tenemos un GPS aún mejor: el AMOR de Dios. Es nuestra mejor estrella, la que nos guía hacia el camino correcto. Es nuestra fortaleza para empujar y abrir la puerta correcta.
Si nuestra vida está en manos de Dios, no hay futuro que no podamos conquistar. Así que... ¿qué mejor que dejarse hacer en sus manos?
No temas, Dios sabe mejor que tú lo que necesitas. Él sabe mucho mejor que tú lo que te va a hacer feliz, plenamente feliz. No tengas miedo... ¡porque Él es tu Dios!
Foto: GPS de 1930.
Canción: Con amor eterno
Autor: Alejandro Ruiz
https://www.youtube.com/watch?v=SS8t81f-hUU
Muchos planes por rematar o dejar atrás... Muchos deseos, muchas ilusiones nuevas que alcanzar... Pero hay tantos caminos, tantas puertas que abrir... ¿cómo saber cuál es la correcta, cuál es el camino bueno?
Necesitamos un GPS, este invento moderno que nos indica el camino cuando no sabemos hacia dónde vamos. ¿Moderno? En la foto vemos una primera versión ¡del año 1930!
Pero tenemos un GPS aún mejor: el AMOR de Dios. Es nuestra mejor estrella, la que nos guía hacia el camino correcto. Es nuestra fortaleza para empujar y abrir la puerta correcta.
Si nuestra vida está en manos de Dios, no hay futuro que no podamos conquistar. Así que... ¿qué mejor que dejarse hacer en sus manos?
No temas, Dios sabe mejor que tú lo que necesitas. Él sabe mucho mejor que tú lo que te va a hacer feliz, plenamente feliz. No tengas miedo... ¡porque Él es tu Dios!
Foto: GPS de 1930.
Canción: Con amor eterno
Autor: Alejandro Ruiz
https://www.youtube.com/watch?v=SS8t81f-hUU
28 diciembre 2014
Corazón de carpintero enamorado
José, hombre sencillo. José, humilde discípulo de tu Hijo. José, sencillo carpintero. En tus brazos un tremendo Misterio: la locura de tu Dios hecho Hombre. La locura de este Dios hecho Niño pequeño al que abrazas contra tu pecho. La locura de ser elegido, por tu humildad y sencillez, custodio de la Madre del Verbo.
Columna invisible, imprescindible y amante de la Sagrada Familia: invisible porque vivías en segundo plano, sabiendo que el centro era siempre Él; imprescindible porque Jesús te necesitaba como padre y maestro; amante silencioso de la belleza del alma inmaculada de María.
Modelo de abandono confiado, de obediencia, de santidad... enséñanos a ser como tú, a dejarnos hacer, a vivir en absoluta obediencia y confianza en los designios de Dios, a entregar nuestra vida entera por Jesús.
Enamora nuestro corazón, enamóranos de Él.
Canción: La canción del carpintero
Autor: Daniel Poli
https://www.youtube.com/watch?v=Ve6I1lZb3-I
Columna invisible, imprescindible y amante de la Sagrada Familia: invisible porque vivías en segundo plano, sabiendo que el centro era siempre Él; imprescindible porque Jesús te necesitaba como padre y maestro; amante silencioso de la belleza del alma inmaculada de María.
Modelo de abandono confiado, de obediencia, de santidad... enséñanos a ser como tú, a dejarnos hacer, a vivir en absoluta obediencia y confianza en los designios de Dios, a entregar nuestra vida entera por Jesús.
Enamora nuestro corazón, enamóranos de Él.
Canción: La canción del carpintero
Autor: Daniel Poli
https://www.youtube.com/watch?v=Ve6I1lZb3-I
23 diciembre 2014
Siempre gracias...
Hay personas que dejan una huella imborrable en nuestras vidas. Y no depende tanto del tiempo que compartamos con ellos, sino la intensidad de los momentos.
Si miramos nuestra vida, desde el presente hacia atrás, pasito a pasito, podemos ver que el Señor nos ha regalado conocer a muchas grandes personas que han marcado nuestras vidas y nuestras almas de distintas maneras. Algunos han pasado de largo, otros permanecen a nuestro lado. Pero lo que somos no se entiende sin ellos.
Son muchos, pero hoy quiero hacer recuerdo especial a un gran hombre: el padre Arsenio, religioso agustino de "profesión" y carismático de corazón. Nunca olvidaré miles de pequeños momentos compartidos, momentos en los que aprendí muchísimo, en los que me sentí acogida, escuchada y muy querida, en los que pude beber del inmenso amor que tenía a Dios y a la Renovación Carismática.
En especial la peregrinación a Medjugorje que compartimos, donde fuimos compañeros y amigos. Es un recuerdo precioso la celebración del día de San Agustín en la Aldea de la Madre. Su pasión contagiaba, su pasión me contagió.
A tantos y tantas a los que os debemos tanto... porque somos gracias a vosotros..., por tantas veces en las que no os dimos las gracias....
A tantos y tantas a los que os debemos tanto... siempre gracias...
Foto: oración de sanación en la peregrinación a Medjugorje (2010)
Si miramos nuestra vida, desde el presente hacia atrás, pasito a pasito, podemos ver que el Señor nos ha regalado conocer a muchas grandes personas que han marcado nuestras vidas y nuestras almas de distintas maneras. Algunos han pasado de largo, otros permanecen a nuestro lado. Pero lo que somos no se entiende sin ellos.
Son muchos, pero hoy quiero hacer recuerdo especial a un gran hombre: el padre Arsenio, religioso agustino de "profesión" y carismático de corazón. Nunca olvidaré miles de pequeños momentos compartidos, momentos en los que aprendí muchísimo, en los que me sentí acogida, escuchada y muy querida, en los que pude beber del inmenso amor que tenía a Dios y a la Renovación Carismática.
En especial la peregrinación a Medjugorje que compartimos, donde fuimos compañeros y amigos. Es un recuerdo precioso la celebración del día de San Agustín en la Aldea de la Madre. Su pasión contagiaba, su pasión me contagió.
A tantos y tantas a los que os debemos tanto... porque somos gracias a vosotros..., por tantas veces en las que no os dimos las gracias....
A tantos y tantas a los que os debemos tanto... siempre gracias...
Foto: oración de sanación en la peregrinación a Medjugorje (2010)
16 diciembre 2014
Sabías que...?
Quedan muy poquitos días para Navidad. Hoy se inicia la Novena preparatoria, mañana la liturgia nos invita a contemplar al Señor que viene de una manera más especial a través de las antífonas del Magníficat en las Vísperas...
Son días especiales para acompañar a la Virgen María y a San José en su camino hacia Belén: ¿cómo estarían sus corazones?, ¿cuán grande sería su ilusión e, incluso, su curiosidad por Aquel Dios que se haría Niño entre sus brazos?. ¿Cuán grande no sería su asombro al contemplar el gran misterio de un Dios santísimo que escoge a humildes y pequeños, a los anawin, para cumplir sus designios de Salvación, de Redención, de inmensa Misericordia?
Hoy os invito a escuchar y orar con esta canción:
Está dedicada a María, pero os invito a que pongamos cada uno de nosotros nuestro propio nombre. Porque... ¿somos realmente conscientes de lo que celebramos estos días?
María, Madre, la más pequeña y humilde de las criaturas del Señor: ábrenos tu corazón. Acógenos en él y muéstranos cómo te preparabas para Jesús. Enséñanos a esperarle como tú, a abrir nuestras entrañas para engendrar a nuestro Salvador. Enséñanos a ser como tú...
¿María, lo sabías?
María, ¿sabías que tu bebé un día caminaría sobre el agua?
María, ¿sabías que tu bebé salvaría a nuestros hijos e hijas?
¿Sabías que tu Niño ha venido para hacerte de nuevo?
Que ese Niño que entregaste, pronto te hará libre.
María, ¿sabías que tu bebé dará la vista a un hombre ciego?
María, ¿sabías que tu bebé calmará la tormenta con su mano?
¿Sabías que tu bebé ha caminado donde los ángeles pisaron?
Cuando besas a tu pequeño bebé, besas el rostro de Dios.
¿María, lo sabías? ¿María, lo sabías?
Los ciegos verán, los sordos oirán.
Los muertos volverán a vivir.
Los paralíticos saltarán,
los mudos hablarán las alabanzas del Cordero.
María, ¿sabías que tu bebé es el Señor de toda la Creación?
María, ¿sabías que tu bebé un día gobernará las naciones?
¿Sabías que tu bebés es el Cordero perfecto del Cielo?
Que el Niño dormido que sostienes en tus brazos es el gran Yo Soy.
¿María, lo sabías? ¿María, lo sabías?
Canción: Mary, did you know?
Intérprete: Pentatonix
https://www.youtube.com/watch?v=ifCWN5pJGIE
Son días especiales para acompañar a la Virgen María y a San José en su camino hacia Belén: ¿cómo estarían sus corazones?, ¿cuán grande sería su ilusión e, incluso, su curiosidad por Aquel Dios que se haría Niño entre sus brazos?. ¿Cuán grande no sería su asombro al contemplar el gran misterio de un Dios santísimo que escoge a humildes y pequeños, a los anawin, para cumplir sus designios de Salvación, de Redención, de inmensa Misericordia?
Hoy os invito a escuchar y orar con esta canción:
Está dedicada a María, pero os invito a que pongamos cada uno de nosotros nuestro propio nombre. Porque... ¿somos realmente conscientes de lo que celebramos estos días?
María, Madre, la más pequeña y humilde de las criaturas del Señor: ábrenos tu corazón. Acógenos en él y muéstranos cómo te preparabas para Jesús. Enséñanos a esperarle como tú, a abrir nuestras entrañas para engendrar a nuestro Salvador. Enséñanos a ser como tú...
¿María, lo sabías?
María, ¿sabías que tu bebé un día caminaría sobre el agua?
María, ¿sabías que tu bebé salvaría a nuestros hijos e hijas?
¿Sabías que tu Niño ha venido para hacerte de nuevo?
Que ese Niño que entregaste, pronto te hará libre.
María, ¿sabías que tu bebé dará la vista a un hombre ciego?
María, ¿sabías que tu bebé calmará la tormenta con su mano?
¿Sabías que tu bebé ha caminado donde los ángeles pisaron?
Cuando besas a tu pequeño bebé, besas el rostro de Dios.
¿María, lo sabías? ¿María, lo sabías?
Los ciegos verán, los sordos oirán.
Los muertos volverán a vivir.
Los paralíticos saltarán,
los mudos hablarán las alabanzas del Cordero.
María, ¿sabías que tu bebé es el Señor de toda la Creación?
María, ¿sabías que tu bebé un día gobernará las naciones?
¿Sabías que tu bebés es el Cordero perfecto del Cielo?
Que el Niño dormido que sostienes en tus brazos es el gran Yo Soy.
¿María, lo sabías? ¿María, lo sabías?
Canción: Mary, did you know?
Intérprete: Pentatonix
https://www.youtube.com/watch?v=ifCWN5pJGIE
04 diciembre 2014
Hoy... es siempre...
Hay vidas que resplandecen. Incluso en la mayor de las pobrezas. Y precisamente por eso... porque son pobres y sencillas a lo ojos humanos, pero inmensamente ricas para Dios. Porque el que se sabe pobre y necesitado, el de corazón profundamente humilde, se convierte en tierra fértil para que el Señor pueda plantar la semilla de su Palabra y que dé el fruto esperado (cfr. Mc 4, 2-20)
Y no importa que ese fruto sea del treinta, del sesenta o del ciento por uno... Lo único que importa es que son vidas que dan gloria a Dios dando fruto. Y su fruto es el amor.
Son vidas que se han descubierto profundamente amadas y han vivido derrochando a raudales el Amor recibido. Porque sólo así se da fruto abundante, dando gratis lo que gratis se recibe. El pequeño "sí" de hoy se convierte en un "sí" para siempre...
Estas líneas sirvan de tributo a tantos hombres y mujeres que han gastado y desgastado su vida dando mucha gloria a Dios. Muchos siguen entre nosotros, otros ya no... Honremos a los que aún tenemos a nuestro lado. Y el mejor modo es aprendiendo como buenos alumnos de aquellos que supieron dejarse hacer discípulos del Maestro.
Aprendamos de ellos:
"No hay que ir a los pobres más que con mucho amor, y ayudarles para que descubran, saboreen, experimenten y conozcan con qué amor y misericordia y ternura los ama Dios. Lo importante es que se sientan amados por Él (...) San Pablo dice: ¿Cómo van a creer, si nadie se lo anuncia? Por eso, si uno ama a Dios, habla de Él a los demás. El problema es que no conocemos a Dios. ¿Y cómo lo podemos conocer? Pues con la oración y con la Palabra; y también es necesaria la comunidad: la fe que no se comparte, no crece. Si tienes un encuentro con Jesucristo, tienes que darlo a los demás. ¡Muchos mueren tristes y amargados por no conocer a Dios".
"Lo que quiero es darle contento al Señor, darle descanso mientras otros le rechazan. Jesús es el más pobre de los pobres, siempre tan solo en el sagrario (...) Antes de entrar a la cárcel pido a Jesús la misericordia con la que Tú amas a cada uno de nuestros hermanos, solo quiero que conozcan lo maravilloso que es Dios".
"¿Se siente alguna vez impotente? - Muchísimo. Él ha venido a salvarnos y hay tantas veces que no soy capaz de transmitirlo. Me da paz saber que todo está en sus manos. Yo no hago nada, es Cristo quien lo hace".
Gracias, sor Mari Luz. Descansa en el regazo del Amor de tu vida+
Y no importa que ese fruto sea del treinta, del sesenta o del ciento por uno... Lo único que importa es que son vidas que dan gloria a Dios dando fruto. Y su fruto es el amor.
"Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante;
así seréis discípulos míos.
Como el Padre me ha amado, así os he amado yo;
permaneced en mi Amor" (Jn 15, 8-9)
Son vidas que se han descubierto profundamente amadas y han vivido derrochando a raudales el Amor recibido. Porque sólo así se da fruto abundante, dando gratis lo que gratis se recibe. El pequeño "sí" de hoy se convierte en un "sí" para siempre...
Estas líneas sirvan de tributo a tantos hombres y mujeres que han gastado y desgastado su vida dando mucha gloria a Dios. Muchos siguen entre nosotros, otros ya no... Honremos a los que aún tenemos a nuestro lado. Y el mejor modo es aprendiendo como buenos alumnos de aquellos que supieron dejarse hacer discípulos del Maestro.
"No hay que ir a los pobres más que con mucho amor, y ayudarles para que descubran, saboreen, experimenten y conozcan con qué amor y misericordia y ternura los ama Dios. Lo importante es que se sientan amados por Él (...) San Pablo dice: ¿Cómo van a creer, si nadie se lo anuncia? Por eso, si uno ama a Dios, habla de Él a los demás. El problema es que no conocemos a Dios. ¿Y cómo lo podemos conocer? Pues con la oración y con la Palabra; y también es necesaria la comunidad: la fe que no se comparte, no crece. Si tienes un encuentro con Jesucristo, tienes que darlo a los demás. ¡Muchos mueren tristes y amargados por no conocer a Dios".
"Lo que quiero es darle contento al Señor, darle descanso mientras otros le rechazan. Jesús es el más pobre de los pobres, siempre tan solo en el sagrario (...) Antes de entrar a la cárcel pido a Jesús la misericordia con la que Tú amas a cada uno de nuestros hermanos, solo quiero que conozcan lo maravilloso que es Dios".
"¿Se siente alguna vez impotente? - Muchísimo. Él ha venido a salvarnos y hay tantas veces que no soy capaz de transmitirlo. Me da paz saber que todo está en sus manos. Yo no hago nada, es Cristo quien lo hace".
Gracias, sor Mari Luz. Descansa en el regazo del Amor de tu vida+
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