Salve, José, guardián piadoso,
Esposo de la Virgen María,
Maestro sin igual.
Por tu oración, obtenga la salvación,
y alcance el perdón de sus pecados
el alma pecadora.
Que seamos librados por ti,
de todas las penas tan merecidas
por tantos crímenes culpables.
Que obtengas
todas las gracias que te suplicamos,
sobre todo, la salvación de nuestra alma.
Que tu intercesión un día una
nuestras almas a los espíritus bienaventurados
en la patria eterna.
Que todos los corazones turbados
sean librados por tu oración
de todas sus angustias.
Que tu intercesión ante Cristo
procure al universo la paz,
a los enfermos la salud.
José, hijo excelso del Rey David
iAy! Piensa en el día del juicio,
en los que creen en Cristo.
Suplica al único Salvador de todos
que venga a librarnos
en el momento de nuestra muerte.
Protégenos en esta vida
y haz gozar a los difuntos
del cielo de los bienaventurados. Amén.
(del libro "Id a José" de la Abadía San José de Clairval: https://www.clairval.com/index.php/es/)
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