ME GUSTA SER MISIONERO, CONSAGRADO, SACERDOTE, SERVIDOR...
Me encontré con Dios antes de nacer, ya que desde el vientre materno mi madre me ha tenido que proteger tanto de personas como de acontecimientos que me podían haber privado de la vida que hoy gozo. Mi madre me ha enseñado a decir que sí a Dios y a la vida. Por gracia del Altísimo, nací en Colombia, en donde he aprendido a buscarle en todo tipo de personas y situaciones: en mi familia, en el colegio Claret de la ciudad de Cali, en los amigos de infancia, en los de la adolescencia y en los de la juventud. Con los scouts aprendí a encontrar a Dios en la naturaleza; en la parroquia de mi barrio aprendí a encontrarlo en la fe de la comunidad; en los pobres aprendí a encontrarlo en los sufrientes y necesitados; en la Vida Consagrada y en mi Congregación Claretiana he aprendido a encontrarlo en infinidad de respuestas (“Sí”, “hágase”)… Pero donde más siento que se hace presente es en la familia, la de sangre y la carismática, la humana, la que sufre y se acompaña mutuamente, la que lucha y se supera, la que cada día tiene que volver a levantarse y perdonarse, la de la comunidad, la de los que se aman siendo distintos.
El Dios con el que me he ido encontrando es más grande y profundo que el mismo océano que contemplan mis ojos, pero por amor se hace pequeño y resalta su sencillez dejándose reconocer en los que son como niños. Su palabra se escucha en todos los idiomas y en todos los rincones del mundo, así que todos Le podemos escuchar. Esto me anima a ser misionero, pues sé que quiere hablar, ser escuchado y acogido en el corazón de todo hombre y mujer. El Dios con el que me he ido encontrando va a la escuela con los estudiantes, al trabajo con los currantes, a la playa con los de espíritu libre, a la montaña con los que se esfuerzan, al desierto con los que buscan intimidad, al parque con los que se relacionan… y a la vez no le gusta salir de casa si hay alguien enfermo, en prisión o se ha encerrado en sí mismo, pues es en nuestro corazón donde quiere habitar por siempre.
El Dios con el que me voy encontrando es muy relacional,
cercano, de todos los colores, condición social, nacionalidad, edad, religión…
El Dios con el que me voy encontrando y que cada vez me
cautiva más, es sobre todo Corazón traspasado, herido de amor, entregado, hecho
pobre y en total obediencia el Padre. Es un Dios de brazos abiertos y manos con
callos de tanto trabajar trayendo la paz. Es un Dios con los pies llenos de
polvo al salir a los caminos para acoger a los peregrinos e inmigrantes. Es un
Dios comunidad (común-unidad), de personas distintas y ninguna se consigue
sentir ni más ni menos que los demás, porque los une el amor y el reconocimiento
de que sin los otros desaparecemos.
Me gusta ser misionero, consagrado, sacerdote, servidor de
los que buscan a Dios y con sencillez de corazón se dejan encontrar,
sorprender, animar, se dejan ayudar a vivir. Y por ello mismo me duele la
indiferencia y el estar acomodados “en lo de siempre” y “con los de siempre”,
que no siempre son los más necesitados, los que desde las periferias estiran
sus manos anhelando sentir nuestras manos de hermanos y convencidos creyentes.
Del Dios con el que me voy encontrando aún me queda mucho por conocer, amar, servir, y alabar… Confío que con su gracia pueda seguir en el camino que me lleve a llegar, de la mano de otros, a su Reino, que quiere hacerse presente aquí en la Tierra. Amén.
Del Dios con el que me voy encontrando aún me queda mucho por conocer, amar, servir, y alabar… Confío que con su gracia pueda seguir en el camino que me lleve a llegar, de la mano de otros, a su Reino, que quiere hacerse presente aquí en la Tierra. Amén.
Mil gracias padre Abel por su testimonio! En sus Eucaristías nos da homilías que nos hacen reflexionar en lo que somos como cristianos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Manuel :-) Que Dtb+
EliminarHermoso testimonio!... Padre Abel, Dios te siga bendiciendo y llenando de gracias para que sigas llegando al corazón de tu pueblo con tus homilías.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Fátima :-) Dtb+
EliminarGracias P Abel por tu testimonio . Le doy gracias a Dios por ese alma misionera que Él ha puesto en ti . Soy testigo de cómo tl Señor te usa y te disfruta , sí , él disfruta escuchándote , observándote, viéndote crecer ....eres un instrumento agradable y a su gusto .
ResponderEliminarUn abrazo ,en la CSCV ya empezamos a añorarte .
Gracias por compartir, Pepy. Y gracias a toda la CSCV por vuestra acogida y cariño al padre. Sí, ya empezamos a añorarle :-) Dtb+
EliminarMuchas gracias por tu testimonio y por todo lo q trasmites !!
ResponderEliminarEspero poder volver a disfrutar y meditar tus homilias .
Q el Señor te siga utilizando mucho allí donde estés
Muchas gracias por tu comentario, Mabel :-) Dtb+
EliminarGracias por este precioso y entrañable testimonio Padre Abel.
ResponderEliminarVayas donde vayas encontrarás motivos para alabar a Dios y ser inmensamente feliz pues tienes a Dios contigo.
Cuenta con mi oración para que tu misión sea conforme a la voluntad de Dios. Dios te bendiga siempre
Mil gracias por tu compartir, Amalia :-) Dtb+
EliminarTe he visto crecer como persona , como amigo y hermano, me siento afortunado de poder compartir contigo unas experiencias que nos han hecho mas humanos y misericordiosos. Espero seguir teniendo el privilegio de compartir contigo el amor de Dios y poder transmitir esa felicidad que tu también sabes hacerlo. Gracias por tu vida y adelante te espera nuevas y satisfactorias experiencias en cada día de tu vida
ResponderEliminarBuenos días, Julián, muchas gracias por tu comentario y tu compartir :-) Dtb+
EliminarHermoso testimonio padre Abel Mauricio. Es linda la vida que escogiste. Cuando Dios está con uno nada falta. Abrazos. Saludos a tu mamá.
ResponderEliminarMaría Elena, muchas gracias por tu comentario :-) Dtb+
EliminarPadre Abel me alegro conocerte. Eres todo testimonio. El Señor está contigo y tu con él y con cariño lo llevas a cada uno nosotros. Nuestro Señor te seguirá colmando de dones allí donde te encuentres. Enhorabuena. Gracias.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Gonzalo! Dtb+
EliminarPadre Abel, como me alegro saber de ti y de todo lo que ha hecho el Señor contigo!!! Qué maravilla!!! Un gusto haberte conocido. Un abrazo
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Techu! Dtb+
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