Y en este camino, somos NÓMADAS DEL ESPÍRITU. Nada nos ata, no tenemos casa permanente, porque nuestra Casa es el Cielo. Y en esta hermosa libertad, nos dejamos llevar por el soplo del Espíritu: a veces silencioso, otras veces viento huracanado. Pero siempre, siempre, novedad, vida, estímulo, riqueza, coraje, desafío, vértigo, riqueza, gozo, consuelo, paz...
Poniendo los dones que Dios nos ha dado a su servicio, en el momento en que Él considera que darán fruto y no en otro, nuestra vida será realmente donación a Dios y a los hermanos, peregrinos como nosotros en Cristo, hijos del mismo Padre. Hermanos que recorren a nuestro lado el camino, hermanos que salen a nuestro encuentro en determinados momentos de la vida... pero siempre hermanos.
Y una misma corriente nos une y alimenta: el AMOR, imagen visible del Espíritu vivo en nosotros.
Y este Espíritu nos llama a salir de nuestra tierra, de nuestros esquemas, comodidades, ideas, prejuicios, sentimientos... Y nos lanza siempre a una nueva aventura, a un nuevo desafío, a veces a algo que nos parece locura... ¡pero bendita locura!, porque en ella encontraremos realmente aquello que llenará nuestro corazón, nuestros anhelos, por ser aquello para lo que hemos sido creados.
El Señor nos dice: "Sal de tu tierra y sígueme" (Gén 12, 1). Nos lanza a buscar un TESORO aún mucho más grande de lo que jamás pudiéramos imaginar o soñar. ¿Te atreves?
Da vértigo, lo sé... Pero nuestro Dios es Poderoso, Él puede mover las montañas de tu vida. Esas que te parecen insalvables, son nada para Él. Alza tus manos a Dios y deja que el Espíritu te tome. Todo irá bien... porque irá según Dios quiera para tu vida. Y no hay nada mejor :-)
Señor, aún con mis temores... aquí estoy...
Canción: "Aquí estoy"
Intérprete: Hillsong United
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