23 febrero 2015

I Domingo de Cuaresma

¿Por qué necesito conversión?


Necesito conversión porque estoy más pendiente de mi voluntad que de la tuya. Porque aferro mi corazón a las cosas de este mundo en lugar de anclar mi corazón en el Cielo.

Necesito conversión porque muchas veces mi pereza es mayor que mis deseos de orar y estar contigo amándote y dejándome amar por ti, Señor. Porque mi impaciencia hace que no sea capaz de respetar los ritmos en la vida de los demás. Ni siquiera el ritmo que Tú quieres para mi vida.

Necesito conversión porque no soy capaz de sonreír en mi corazón y alegrarme cuando me cruzo con esa persona que me ha hecho daño. Porque no soy capaz de mirar con ternura al que pide en la calle y socorrerle con misericordia, sino que camino acelerando el paso.

Necesito conversión porque no soy capaz de mirar al hermano, a la hermana poniendo tu cruz entre nosotros. Porque me impaciento con aquella persona que me resulta cansina por su edad o por su conversación. Porque pongo caretas y no abro libremente mi corazón para perdonar como Tú me perdonas, Señor.


Necesito conversión porque no sé amar. Sencillamente, porque no sé amar. Porque no amo hasta que duela como nos ama Dios.



Canción: Como nos ama Dios
Autor: Son by Four