Paseando por la calle bajo la lluvia, me crucé con una furgoneta en la cual estaba escrito: donadios. Pertenecía a una empresa de servicios, pero lo vi como confirmación de algo que bullía hace tiempo en mi corazón: escribir.
“…¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura
del encuentro? Para nosotros, discípulos del Señor, ¿qué significa encontrar
una persona según el Evangelio? ¿Es posible, aun a pesar de nuestros límites y
pecados, estar verdaderamente cerca los unos de los otros? Estas preguntas se
resumen en la que un escriba, es decir un comunicador, le dirigió un día a
Jesús: «¿Quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). La
pregunta nos ayuda a entender la comunicación en términos de proximidad.
Podríamos traducirla así: ¿cómo se manifiesta la «proximidad» en el uso de los
medios de comunicación y en el nuevo ambiente creado por la tecnología digital?
Descubro una respuesta en la parábola del buen samaritano, que es también una
parábola del comunicador. En efecto, quien comunica se hace prójimo, cercano.
El buen samaritano no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio
muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se
trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme
semejante al otro. Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que
somos humanos, hijos de Dios.” (Papa Francisco. Mensaje del Santo Padre Francisco
para la XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales)
Con este espíritu nace hoy este blog. Para la Gloria de Dios.
Para leer el texto completo del Papa, pinchar aquí: