09 julio 2018

Pequeñas ideas para la oración (4ª parte)

Hemos recorrido un precioso camino junto con María para aprender de su mano cómo estar con Jesús. Nos ha enseñado a sonreírle y contemplar cómo nos sonríe. A mirarle y dejarnos atrapar por su mirada. Le hemos dicho que le queremos y hemos procurado consolar su Corazón por todos aquellos que no le consuelan ni le aman...

Hoy la Madre, nuestra Maestra, nos enseña un pasito más, el pasito de la gratuidad: PON TODO TU CORAZÓN Y TODO TU AFECTO EN DIOS, y conviértelo en una humilde ALABANZA extasiada ante su Belleza, su Bondad, su Verdad.

La alabanza brota de un corazón enamorado y fascinado ante lo que Dios es en sí mismo.

De la mano de María, aprendemos a alabar a Dios por ser Dios: te alabo, Señor, por estos instantes de oración en los que siento mi alma descansar en tu Amor y en tu fidelidad. Te alabo y te doy gracias, Señor, porque me regalas descansar en el saber que todo está en tus manos santas, amorosas, sabias y poderosas. Que todos nosotros y todo lo que ocurre está marcado con el precioso sello de tu Providencia. Sólo así descansa mi alma. Sólo así descansa mi mente. Sólo así descansa mi corazón.

Te alabo y te bendigo, Señor, porque hasta esto es obra tuya. Míos son los agobios, el mirarme al ombligo, el pensar sólo en mí misma, los rencores, los juicios... los y los y los... Pero tú no me retiras tu favor ni desmientes tu fidelidad.

Porque Tú eres Santo... Tú eres Bueno... Tú eres Glorioso... Tú eres Hermoso... Tú eres Bondad... Tú eres Sabiduría.. Tú eres Providencia... Tú eres Simpatía... Tú eres Ternura... Tú eres Dulzura... Tú eres Consuelo... Tú eres Esperanza...

Al final es eso, sólo eso: Tú.

Tú eres...y eso BASTA...


Canción: Santo
Autor: Athenas Vénica
https://youtu.be/gkQH4XhaD0o



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