22 julio 2018

Pequeñas ideas para la oración (6ª y última parte)

Y María dijo al ángel: "Hágase en mí según tu palabra". Y el ángel se fue (cfr. Lucas 1, 38)

Se fue, porque no había nada más que decir. Se fue porque ahora era el turno del Espíritu Santo y el mensajero había terminado su misión. Se fue porque pocas cosas complacen tanto a Dios como un alma que SE ABANDONA TOTALMENTE A SU VOLUNTAD.

Para esto hemos nacido. Para esto estamos en este mundo. No hay gloria más grande para nuestra vida que ser totalmente de Dios y cumplir siempre y en todo su voluntad, como María.

María, la humilde sierva. María, la humilde esclava. María, la discípula predilecta. María, la más dichosa porque su corazón es limpio. María, la Madre y Maestra que nos enseña a cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios para llegar algún día a compartir la dicha eterna a su lado (cfr. Mateo 7, 21). María, la que nos enseña a ser madre, padre, hermana, hermano de Cristo (cfr. Mateo 12, 50)

María te dice: ora, querido hijo. Ama, querida hija. Pon tus ojos en mi Hijo y no apartes jamás tu mirada de Él. Déjate hacer por Él, déjate amar por Él. Déjate perdonar y restaurar por su Misericordia. Déjate llevar de su mano a esa vida nueva por la que todo tu ser anhela y suspira.

Y después María... calla... María, Madre del silencio orante, que nos enseña a hacer silencio y descansar en el Corazón Amante de su Hijo, abandonándonos totalmente a su amorosa y santa voluntad. Nos ha enseñado cómo Ella amó hasta el fin y se entregó hasta el fin a Dios.

Es tiempo de caminar. Ella te ha puesto en el camino recto. Ahora... camina.


Canción: Hasta la locura
Autor: Pablo Martínez
https://youtu.be/8Tm744_jKZw




14 julio 2018

Pequeñas ideas para la oración (5ª parte)

Hoy la Virgen María nos invita a HACER ORACIÓN CON LA PALABRA DE DIOS.

Cada día la Iglesia, como Madre sabia, nos ofrece una lectura continuada de la Escritura, a través de la primera lectura, el salmo y el Evangelio. Y los Domingos, además, contamos con una segunda lectura.

Podemos orar con estos textos que a diario nos ofrece la Iglesia. Y también podemos, sencillamente, coger los distintos libros de la Biblia y orar con ellos.

Es precioso adentrarse en las historias de nuestros hermanos mayores en la fe (cfr. Juan Pablo II, visita a la sinagoga de Roma del 13/04/1986) recogidos en lo que conocemos como Antiguo Testamento o en las peripecias de los primeros cristianos (el libro de los Hechos, las Cartas...) en el Nuevo.

Y cómo no, sumergirnos en la plenitud de la Revelación del mismo Dios hecho Hombre y la vida que nos regala, su misma Vida, en el Evangelio.

La Biblia es la historia de amor entre Dios y los seres humanos (cfr. Benedicto XVI, Deus caritas est, 9 y 17), en la que podemos reconocer el paso de Dios por nuestra propia historia. "Nosotros no buscamos a tientas ni necesitamos esperar que Dios nos dirija la palabra, porque realmente Dios ha hablado, ya no es el gran desconocido sino que se ha mostrado. Acojamos el sublime tesoro de la Palabra revelada" (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 175)

Y como dice San Jerónimo, experto en las Escrituras, patrono de las ciencias bíblicas y doctor de la Iglesia, "si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo" (comentario de San Jerónimo sobre el libro del profeta Isaías, 1.2)

Tengamos sed de conocer más y más a Cristo. ¿Acaso el Amado no anhela ser conocido plenamente por el amante y el amante conocer plenamente a su Amado?


Canción: Vívela
Autor: Martín Valverde
https://youtu.be/joAtmWZRUNI



09 julio 2018

Pequeñas ideas para la oración (4ª parte)

Hemos recorrido un precioso camino junto con María para aprender de su mano cómo estar con Jesús. Nos ha enseñado a sonreírle y contemplar cómo nos sonríe. A mirarle y dejarnos atrapar por su mirada. Le hemos dicho que le queremos y hemos procurado consolar su Corazón por todos aquellos que no le consuelan ni le aman...

Hoy la Madre, nuestra Maestra, nos enseña un pasito más, el pasito de la gratuidad: PON TODO TU CORAZÓN Y TODO TU AFECTO EN DIOS, y conviértelo en una humilde ALABANZA extasiada ante su Belleza, su Bondad, su Verdad.

La alabanza brota de un corazón enamorado y fascinado ante lo que Dios es en sí mismo.

De la mano de María, aprendemos a alabar a Dios por ser Dios: te alabo, Señor, por estos instantes de oración en los que siento mi alma descansar en tu Amor y en tu fidelidad. Te alabo y te doy gracias, Señor, porque me regalas descansar en el saber que todo está en tus manos santas, amorosas, sabias y poderosas. Que todos nosotros y todo lo que ocurre está marcado con el precioso sello de tu Providencia. Sólo así descansa mi alma. Sólo así descansa mi mente. Sólo así descansa mi corazón.

Te alabo y te bendigo, Señor, porque hasta esto es obra tuya. Míos son los agobios, el mirarme al ombligo, el pensar sólo en mí misma, los rencores, los juicios... los y los y los... Pero tú no me retiras tu favor ni desmientes tu fidelidad.

Porque Tú eres Santo... Tú eres Bueno... Tú eres Glorioso... Tú eres Hermoso... Tú eres Bondad... Tú eres Sabiduría.. Tú eres Providencia... Tú eres Simpatía... Tú eres Ternura... Tú eres Dulzura... Tú eres Consuelo... Tú eres Esperanza...

Al final es eso, sólo eso: Tú.

Tú eres...y eso BASTA...


Canción: Santo
Autor: Athenas Vénica
https://youtu.be/gkQH4XhaD0o



03 julio 2018

Pequeñas ideas para la oración (3ª parte)

Ya llevamos unos días sonriendo a Jesús y dejando que nos envuelva en su sonrisa; y mirando a Jesús y dejándonos mirar por Él.

En ello estaba, gozándome, cuando María me susurró: "Dile que le quieres. A Jesús. DILE QUE LE QUIERES".

Cuántas veces acudimos a la oración con el corazón cargado. Y eso es maravilloso, porque no hay mejor lugar que su Divino Corazón para descansar el nuestro.

Pero acuérdate de que el Corazón de Jesús es un Corazón de hombre. Le encanta que le compartas tus cosas y te desahogues con Él. Pero si después queda ahí todo... le duele. El Corazón de Cristo es profundamente sensible para el amor...

Dile a Jesús que le quieres. Dale las gracias, sí. Pero sobre todo dile que le quieres. Porque el Corazón de Cristo desborda de Amor por ti y desea profundamente ser correspondido a ese Amor por ti.

Santa Teresita del Niño Jesús lo dice con palabras aún más bellas: "He aquí todo aquello que Jesús espera de nosotros: no tiene necesidad de nuestras obras, sino sólo de nuestro amor. Tenía sed, pero diciendo: Dame de beber, el Creador del universo pedía amor a su criatura. Tenía sed de amor."

Y el mismo Corazón de Jesús compartió su dolor con Santa Margarita de Alacoque: "He aquí este Corazón, que ha amado tanto a los hombres, que no se ha reservado nada hasta agotarse y consumirse para demostrarles su Amor, y en respuesta no recibo de la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sacrilegios, ya por su frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de Amor (...) Al menos tú ámame."

Dile que le amas. Consuela su Divino Corazón herido de Amor y que tan pocos corazones corresponden a ese Amor. Que Jesús de verdad pueda encontrar consoladores... (cfr. Salmo 69, 21)

Al menos tú ámale...


Canción: Nadie te ama como Yo
Autor: Martín Valverde
https://youtu.be/EmsjHnEBrc0