07 febrero 2016

¿Quién debe dar las gracias?

Esta mañana he tenido la oportunidad de ir al comedor de una obra social. Era la primera vez que iba a este comedor en concreto. No es la primera vez que hago cosas así en mi vida, pero como el corazón va creciendo y cambiando, sí que he podido vivirlo como algo nuevo.

Mientras servía el café y reponía los bollos, observaba cómo todos aquellos que tenía frente a mí nos daban las gracias. Incluso uno de ellos ha empezado a alabar que pasáramos nuestro tiempo sirviéndolos. Pero realmente creo que somos nosotros quienes debemos darles las gracias. Al menos yo.

Gracias por sacarnos de nuestro ombligo, de nuestra comodidad y nuestra zona de confort. Por ayudarnos a vivir el mandato evangélico de lavarnos los pies unos a otros. Por hacernos sentir tan inútiles y pequeños ante tanto coraje y valentía como ellos muestran para seguir adelante y luchando día a día, aun cuando las cosas las tengan tan difíciles, mientras que nosotros lo tenemos todo y nos quejamos de nimiedades. Gracias por hacer tan palpable el amor que se concreta en lo pequeño.

Cuando me he montado en el coche para volver a casa, han pasado a mi lado algunos de ellos. Y he pensado en su frío al viento, con su bolsita llena de esos "tesoros" que "nosotros" les hemos "dado" (??), mientras yo estaba calentita en el coche, sentada leyendo wasap... Y no paraba de pensar: ¿Acaso no soy yo quien debería darles las gracias a ellos? Porque yo lo tengo todo pero ellos me enseñan a vivir...

Hacen cola humilde y pacientemente, para recibir de nuestras manos las sobras que otros han dado. ¿Y encima nos dan las gracias? ¿Quién enseña humildad y simplicidad a quién? ¿Quién es el rostro de Cristo para quién?

Somos hombres/mujeres de labios impuros en medio de un pueblo de labios impuros (cfr. Isaías 6, 5)... pero el Señor nos toca con su Espíritu y nos hace dignos, y nos quita nuestra culpa, nos perdona nuestro pecado (cfr. Isaías 6, 6-7). Y nos escoge para su servicio (cfr. Isaías 6, 8)

Somos como un aborto (cfr. 1 Corintios 15, 8), sin vida alejados de la Vid (cfr. Juan 15, 5), pero Él se nos hace presente (cfr. Hechos 9, 1-15) y nos cuenta entre el número de sus escogidos (cfr. 1 Corintios 15, 10)

Somos miseria y pecado, que sólo merece que Cristo se aleje de nosotros. Pero miseria y pecado redimidos, porque sale a nuestro encuentro una y otra vez, nos levanta cada segundo de nuestra vida; nos invita a no tener miedo porque Él es Misericordia siempre a nuestro lado y a remar más, mucho más adentro (cfr. Lucas 5, 1-11). Cada día más...

Porque somos nosotros los llamados y escogidos, es Él quien nos llama e invita (cfr. Juan 15, 16). Así que... ¿quién debe dar las gracias a quién...?


Canción: En tu nombre
Autor: Jonathan Narvaez
https://www.youtube.com/watch?v=w6NBWEl4eYA