31 octubre 2014

A por todas!


"He aquí la parábola: la semilla es la palabra de Dios. 
Los que están a lo largo del camino son los que oyen; pero en seguida viene el diablo 
y arrebata de su corazón la palabra para que no crean y se salven" (Lc 8, 11-12)


Esta noche es una noche especial. No es una noche cualquiera. Habrá lucha, una fuerte lucha espiritual. Esta noche muchos hermanos nuestros, hijos de Dios como nosotros, serán arrebatados por el enemigo, para que no crean y se salven.

Y los cristianos no podemos pasar de largo. Ellos están en los caminos, abiertos a todo lo que este mundo les pueda ofrecer, muchas veces con ingenua inconsciencia. Pero nosotros SI somos conscientes. Su salvación muchas veces depende de nosotros, de nuestra fe, de nuestra fortaleza en Cristo. Nos tienen que doler nuestros hermanos y nos tiene que doler su salvación.

Armémonos, hermanos, y salgamos con confianza al campo de batalla... porque Cristo ya ha vencido. Ahora más que nunca... ¡¡hay que ser santos!! ¡Amén!


"Por lo demás, buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas de Dios, para poder afrontar las asechanzas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos del aire. 
Por eso, tomad las armas de Dios para poder resistir en el día malo y manteneros firmes después de haber superado todas las pruebas.
Estad firmes; ceñid la cintura con la verdad, y revestid la coraza de la justicia; calzad los pies con la prontitud para el evangelio de la paz. Embrazad el escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del maligno. Poneos el casco de la salvación y empuñad la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. 
Siempre en oración y súplica, orad en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con constancia, y suplicando por todos los santos" (Efesios 6, 10-18)


Canción: Soldado
Intérprete: Juan Luis Guerra



26 octubre 2014

Sólo espera y confía...

El Señor es grande... Hoy quiero proclamar esta gran verdad una vez más: el Señor es grande!!!

Pero no siempre experimentamos la grandeza de Dios en nuestra vida. Muchas veces densas tinieblas invaden nuestra alma y oscurecen la luz de nuestros ojos. Y si, como dice el Señor, la luz que hay en nosotros está oscura..., ¡cuánta será la oscuridad! (cfr. Mt 6, 23).

Todos hemos experimentado en alguna ocasión estas tinieblas, este no ver, con mayor o menor duración. Pero siempre acaban pasando... Porque de repente se descubre una nueva luz, una nueva mirada sobre nuestra vida. Y todo se ilumina. Allí donde parecía que no había camino sino oscura selva impenetrable, se abren nuevos senderos, nuevas experiencias, nuevas amistades. Realmente es el mismo lugar, las mismas circunstancias, pero con una luminosidad diferente y un fuego distinto: el Fuego del Amor, el Espíritu Santo en acción en nuestro ser.

Y todo se descubre como un nuevo regalo, un regalo totalmente inesperado y gratuito. Y surge una profunda acción de gracias, desde un corazón que se reconoce pobre y humilde ante su Señor, de quien recibe TODO.

Sólo hay que esperar y confiar en que los tiempos de Dios son mejores que los nuestros; que sus planes son siempre mejores que nuestros planes. Que Él sabe MUY bien lo que se hace, que TODO tiene una razón.Sólo hay que esperar y confiar como la Virgen María a los pies de la cruz: con sencillez y paz; con dolor, pero con humilde, dócil y segura confianza en la Resurrección de Jesús.

Hoy este blog está dedicado a aquellos que esperáis esta nueva luz en vuestras vidas. Confiad, que el Señor ya está llamando a vuestro corazón, trayendo una mirada nueva. ¿No lo sentís? Él está obrando ya grandes cosas, abriendo nuevos caminos.


"Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. 
Por eso, no tengáis miedo: valéis mucho más" (Mt 10, 30-31)


Canción: Al final
Intérprete: Lilly Goodman
https://www.youtube.com/watch?v=sesss3X4a1w



23 octubre 2014

Me amas...?

"¿Me amas...? ¿Me amas más que estos?" (cfr. Jn 21)

Desde ayer estas palabras resuenan en mi corazón con fuerza. Me amas...? Paseando con un amigo, compartíamos que a los cristianos nos queda aún mucho para ser verdaderamente de Cristo, para vivir realmente sus enseñanzas, para confiar totalmente en nuestro Dios y abandonarnos en sus manos Misericordiosas.

En mi corazón resuenan estas palabras con fuerza, palabras provenientes del Corazón de Cristo: "¿Me amas más que estos?". Porque si realmente le amamos nuestra vida no puede seguir igual. No podemos seguir con una vida mediocre, a medias tintas, en la comodidad del "esto siempre ha sido así". Porque Cristo es eterna novedad, porque el Espíritu Santo siempre nos trae algo nuevo. Una novedad radiante y llena de vida, de aventura, de riesgo y plenitud en la respuesta.

¿Quieres saber si realmente amas al hermano? Mira a la Cruz de Cristo: el Amor sin medida, hasta dar la vida.

Porque Cristo sólo quiere que nos dejemos amar y que, desde ese Amor, vivamos amando a los demás. Y si realmente amamos, nos tiene que doler la vida y la salvación de nuestros hermanos, que conozcan la inmensa hermosura y grandeza de nuestro Dios. A Cristo le dolía de tal modo que gritaba: "He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!" (Lc 12, 49)

¿Nos abrasa el Fuego de Cristo?


Canción: Nacido para amar (del musical Streetlight)
Autor: Gen Rosso
https://www.youtube.com/watch?v=D3pIsZ5YNbc

http://www.goear.com/listen/8404159/nacido-para-amar-gen-rosso



20 octubre 2014

Si quieres ser perfecto...

Hace unos días estuve compartiendo comida con unos hermanos en el Señor. Hablamos de distintas cosas, entre ellas de un servicio en música que habíamos compartido juntos. Uno de los hermanos, inocentemente y sin ninguna mala fe de su parte, habló regulín de los hermanos que habían llevado uno de los instrumentos desde su experiencia en el tema.

Se me quedó en el corazón el comentario y, para no variar, acabó saltando el juicio en mí: "ya que tú eres experto y sabes de esto... haber llevado tú ese instrumento..."

Pero el Señor puso esta palabra en mi corazón respondiendo a mi juicio: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres (...); luego ven, y sígueme" (Mt 19, 21)

En este caso el Señor no me hablaba de cosas materiales, de por ejemplo dar mi dinero a los pobres, sino que su corrección iba más allá. Yo juzgaba al hermano desde "mi" concepto de perfección: "si tú, hermano, quieres vivir la caridad cristiana, no puedes emitir ese tipo de juicios sobre otros hermanos y mucho menos en público".

Madre mía... qué roñoso puede llegar a ser mi corazón, mirando la paja en el ojo ajeno y obviando mi propia viga... Pero el Señor me corrigió: "si TÚ quieres ser perfecta, vende lo que tienes: tus ideas, tus juicios, tus conceptos de perfección... incluso los que tienes sobre tu propia vida... y a cambio dales a los pobres, a los que son como tú, a los que os cuesta amar y vivir con Misericordia, todo lo que tienes y que, en el fondo, recibes de mí: el AMOR". Porque nuestra pobreza vive de su Gracia. Gracia totalmente inmerecida. Porque, ¿qué hemos hecho nosotros para merecer su inmensa Misericordia?

"Y luego ven... y sígueme...". Y el camino del Señor acaba en la cruz. Ahí nos invita a vivir: a sus pies en la cruz, recibiendo todo de Él, aprendiendo a amar como Él y desde Él. Dejándonos cautivar por su Gracia, dejándonos llevar por el Espíritu Santo a la Verdad.

Yo no sé amar, me queda mucho para aprender a amar como Cristo en la cruz. Pero todo lo espero de Él, porque:

"Toda mi esperanza estriba únicamente en su muy grande Misericordia" (San Agustín)


Canción: Por mí murió
Autor: Hillsong
https://www.youtube.com/watch?v=5576XxEcitE



19 octubre 2014

Nómadas del Espíritu

Peregrinos en esta hermosa tierra que el Señor nos ha regalado... con los pies en ella, recorriendo paso a paso el camino, pero con el corazón y la mente en el Cielo, en la vida eterna, donde nos espera el que es Origen y Meta de nuestra fe.

Y en este camino, somos NÓMADAS DEL ESPÍRITU. Nada nos ata, no tenemos casa permanente, porque nuestra Casa es el Cielo. Y en esta hermosa libertad, nos dejamos llevar por el soplo del Espíritu: a veces silencioso, otras veces viento huracanado. Pero siempre, siempre, novedad, vida, estímulo, riqueza, coraje, desafío, vértigo, riqueza, gozo, consuelo, paz...

Poniendo los dones que Dios nos ha dado a su servicio, en el momento en que Él considera que darán fruto y no en otro, nuestra vida será realmente donación a Dios y a los hermanos, peregrinos como nosotros en Cristo, hijos del mismo Padre. Hermanos que recorren a nuestro lado el camino, hermanos que salen a nuestro encuentro en determinados momentos de la vida... pero siempre hermanos.

Y una misma corriente nos une y alimenta: el AMOR, imagen visible del Espíritu vivo en nosotros. 

Y este Espíritu nos llama a salir de nuestra tierra, de nuestros esquemas, comodidades, ideas, prejuicios, sentimientos... Y nos lanza siempre a una nueva aventura, a un nuevo desafío, a veces a algo que nos parece locura... ¡pero bendita locura!, porque en ella encontraremos realmente aquello que llenará nuestro corazón, nuestros anhelos, por ser aquello para lo que hemos sido creados. 

El Señor nos dice: "Sal de tu tierra y sígueme" (Gén 12, 1). Nos lanza a buscar un TESORO aún mucho más grande de lo que jamás pudiéramos imaginar o soñar. ¿Te atreves? 

Da vértigo, lo sé... Pero nuestro Dios es Poderoso, Él puede mover las montañas de tu vida. Esas que te parecen insalvables, son nada para Él. Alza tus manos a Dios y deja que el Espíritu te tome. Todo irá bien... porque irá según Dios quiera para tu vida. Y no hay nada mejor :-)

Señor, aún con mis temores... aquí estoy... 

Canción: "Aquí estoy"
Intérprete: Hillsong United

16 octubre 2014

Cáritas: el amor en acción

"Vivimos de su gran Amor. 
Fuera de ese Amor, ¡nada!"
(P. Abel, cmf)

Hace un tiempo escuché a la chica protagonista de una película decirle al chico protagonista: "sí que has amado, porque el amor se demuestra con los hechos, no con las palabras".

Ciertamente, escuchar que nos quieren nos hace mucho bien y es enormemente necesario. Creo que sólo los hechos no demuestran el amor. También necesitamos expresarlo y que nos lo expresen. Pero cierto es también que sin hechos... ese amor manifestado en palabras parece que flojea...

He tenido la suerte de compartir estos días con dos amigas muy especiales que me están demostrando el amor "a golpe de hechos". Son miles de detalles: algunos más grandes; otros muy pequeños, de esos que con sólo un susurro se viven y comentan. Pero cada uno de ellos me asombra y me admira, y me hace desear ser y vivir como ellas: con esa entrega humilde y silenciosa, llena de cariño y generosidad.

Estamos llamados a AMAR. Y con mayúsculas. Pero para nosotros es imposible si previamente no nos DEJAMOS AMAR. Parece fácil de decir, es lo que siempre escuchamos. Pero no es nada fácil, nada, porque amar significa dejarse clavar en una cruz por amor al otro. Olvidarse totalmente de uno mismo y ver más allá: ver a Cristo en el otro y amarle tal y como amaríamos a Cristo. Amar es caminar sobre las olas mirando a Cristo y, perdidos en su mirada, saber que podemos vivir eso que parece tan difícil.

Sencillamente porque "nada es imposible para Dios" (Lc 1, 37). ¿Lo crees? Yo sí :-) Y alabo al Señor por lo que ya está haciendo y por lo que hará, mucho más de lo que pueda yo soñar...


"Cuando el mar me dice: ´te hundirás´,
me das tierra firme y puedo cruzar.
Cuando el monte dice: ´no pasarás´,
tengo tu palabra y eso bastará.

Oh... ¡Eres la fuerza que mueve mi vida!

Eres mi Dios y Tú harás
más allá de lo que pueda imaginar,
más allá de lo que pueda yo soñar.
¡Eres Dios y harás!

Eres Dios de ayer, eres Dios que está.
Sabes lo que fue, sabes qué vendrá.
Eres Gran Yo Soy, Tú me sostendrás.
Tú eres mi Dios, en ti puedo confiar.

Eres mi Dios y Tú harás...

Mi vida has cambiado, salvado.
Hoy yo vivo por tu gran Amor,
por tu gran Amor...

¡¡A Dios sea la Gloria y la honra 
hoy y para siempre!!

Canción: Tú harás
Disco: Sobrenatural de Marcos Witt
http://www.youtube.com/watch?v=drlHJjbY7qQ


13 octubre 2014

Por favor... Gracias...

Creo que a veces se nos olvida algo tan sencillo como la gratuidad. Que nadie nos debe nada. Que todo lo que hemos recibido, lo hemos recibido gratuitamente. Y que debemos agradecerlo y no vanagloriarnos de ello. Y que si necesitamos algo que por nosotros mismos no nos podemos dar, hay que solicitarlo con cariño y sin exigirlo como si se nos debiera. Y mucho menos en los tiempos que nosotros queremos.

A veces se nos olvida algo tan básico como pedir las cosas por favor y después dar las gracias. Y a los cristianos también. Con qué facilidad olvidamos las palabras de San Pablo: "A ver, ¿quién te hace tan importante? ¿Tienes algo que no hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué tanto orgullo como si nadie te lo hubiera dado?" (1 Cor 4, 7)

Hoy compartía con una amiga la situación de una persona conocida de ambas. En un grupo cristiano, pero sujeta a juicios, envidias y tremendos prejuicios por ser "la nueva". Es una situación que he visto en otras ocasiones e incluso experimentado en mi propia vida. Pero... ¿quiénes nos creemos para actuar así sobre la vida de otra persona? ¿Acaso merecemos que otro ser humano nos abra su vida y corazón? ¿Acaso cuando lo hace, gratuitamente, tenemos derecho a opinar sobre esa vida y machacarla si no está acorde a nuestros criterios? ¿Acaso no nos estaremos poniendo en un lugar que no nos corresponde? Muchas veces me duele esta sociedad en la que vivimos. Y me duelen los hermanos de mi Madre Iglesia que se dejan llevar por lo mismo, olvidando que Cristo lo dio todo, todo, gratuitamente y sin pedir nada a cambio, lleno de ternura y Misericordia.

Estamos llamados a vivir una vida preciosa. Una vida digna y hermosa. No nos embarremos, no "retocemos" en el lodo de la mediocridad. Sacudámonos este lastre que nos pesa y volemos ligeros de equipaje hasta las más altas cimas de la entrega, la comprensión y el amor.

"¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros" (Juan 13, 12-14)



12 octubre 2014

María: Virgo ecclesia facta

Creo que pocas cosas tan hermosas he visto como un amanecer en que, mirando hacia un lado, el Sol comenzaba a salir tiñendo el cielo de rojo; y, mirando hacia el otro, la Luna brillaba radiante, llena, sobre el horizonte, recibiendo con rostro diáfano y limpio los rayos del luminoso astro.

Así es María: toda la luz que ella emite es previamente recibida de Cristo. Nada es María sin Jesús, el Kyrios, el Señor. Siempre que miramos a María, ella nos lleva a Jesús. María, toda sencilla, toda humana, toda discípula, refleja en su vida, plenamente abierta y esclava, la belleza del Amor y la ternura de Dios.

En María encontramos la Madre que engendra en su seno nuevos hijos de Dios; encontramos a la discípula fiel que, convertida en maestra, nos enseña a caminar siguiendo las huellas del Hijo; encontramos a la llena de Gracia que nos enseña a vivir de la Misericordia de Dios; encontramos la humilde esclava que nos enseña a dejarnos hacer con un continuo "hágase".

María, lucero del alba de nuestras vidas, Virgen hecha Iglesia: llévanos a Jesús, llévanos al Salvador, a Aquel que nos diste tú.

<<¡Salve, Señora, Reina Santa,
Madre santa de Dios, María!
Eres Virgen hecha Iglesia,
elegida por el santísimo Padre del cielo,
consagrada por él con su santísimo amado Hijo
y con el Espíritu Santo Paráclito.
En ti existió y existe
la plenitud de toda gracia
y todo el bien.

¡Salve, palacio de Dios!
¡Salve, tabernáculo suyo!
¡Salve, casa suya!
¡Salve, vestidura suya!
¡Salve, esclava suya!
¡Salve, madre suya!

¡Salve, también vosotras, santas virtudes todas,
que, por gracia e iluminación
del Espíritu Santo,
sois infundidas en los corazones de los fieles,
para hacerlos, de infieles,
fieles a Dios!>>

(San Francisco de Asís - Saludo a la Virgen María)

11 octubre 2014

Don a Dios

Paseando por la calle bajo la lluvia, me crucé con una furgoneta en la cual estaba escrito: donadios. Pertenecía a una empresa de servicios, pero lo vi como confirmación de algo que bullía hace tiempo en mi corazón: escribir.

“…¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro? Para nosotros, discípulos del Señor, ¿qué significa encontrar una persona según el Evangelio? ¿Es posible, aun a pesar de nuestros límites y pecados, estar verdaderamente cerca los unos de los otros? Estas preguntas se resumen en la que un escriba, es decir un comunicador, le dirigió un día a Jesús: «¿Quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). La pregunta nos ayuda a entender la comunicación en términos de proximidad. Podríamos traducirla así: ¿cómo se manifiesta la «proximidad» en el uso de los medios de comunicación y en el nuevo ambiente creado por la tecnología digital? Descubro una respuesta en la parábola del buen samaritano, que es también una parábola del comunicador. En efecto, quien comunica se hace prójimo, cercano. El buen samaritano no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme semejante al otro. Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios.” (Papa Francisco. Mensaje del Santo Padre Francisco para la XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales)

Con este espíritu nace hoy este blog. Para la Gloria de Dios.

Para leer el texto completo del Papa, pinchar aquí: